Juan Vicente Gómez el Tirano, no Liberal

Daniel LahoudDaniel Lahoud.- Para los historiadores el liberalismo es un movimiento político que propugna las libertades individuales, y defiende la integridad del individuo. De hecho en el siglo XIX fueron los propulsores de la eliminación de la pena de muerte, porque creían que el individuo puede regenerarse y de los derechos humanos (el habeas corpus), en el área económica, las libertades de contrato, la eliminación de las barreras arancelarias y la eliminación de los impuestos indirectos (el IVA). En el área política se cree que si alguien defiende la separación de poderes, y las garantías políticas, lo llaman liberal, yo me atrevería a llamarlo más bien republicano, pero puedo herir susceptibilidades entre los que se creen y no son liberales.

Hablan de una separación de lo político y lo económico en el liberalismo, y aunque eso es muy difícil, podría afirmarse, sin embargo, si usted defiende las libertades y los derechos individuales, ahí está la propiedad, la herencia y la posibilidad de establecer un negocio, además, el que cobren pocos impuestos y que no interrumpan el proceso de mercado (así llamamos los austríacos al desempeño libre de la actividad económica.

Si uno saca la cuenta por ahí, creo que el benemérito no tiene nada de liberal, ni en lo político, ni en lo económico. Pero como en 1913 explotó el pozo Barroso y desde entonces las trasnacionales comenzaron a producir petróleo a manos llenas, y como el General Gómez les permitió extraer petróleo a sus anchas, todos abogan por un liberalismo, en Gómez. También hay que añadir a esto que Uslar Pietri decía en sus clases, que Gómez era fanático de las libertades económicas y que él era contrario a éstas. Otro personaje de aquella época, Adriani decía otro tanto, y Betancourt quien era uno de los jóvenes líderes de la generación del 28, también hablaba del “Manchesterismo” Gomecista. Todo eso, quizá se suma para darnos la ilusión de un Gómez Liberal. Pero lo dudo.

Bueno, Gómez dejó, como afirman, a las transnacionales a sus anchas, pero colocaba ministros para regularlas, claro en el buen sentido y ese es el caso de Gumersindo Torres. Sin embargo, como en esa época no era común que un ministro le hiciese la vida imposible a una empresa transnacional, muchos socialistas critican esas posturas, haciéndolas parecer como dicen por ahí: las de un vende patria. De hecho, cuando Gomez conseguía lo que quería con Torres, lo sacaba y lo mandaba a la “reserva”, otro elemento nada liberal del benemérito.

Gómez también era empresario, comenzó así, porque era hacendado, fundó varias empresas que aún existen, a pesar de la debacle, por ejemplo Lactuario Maracay, Telares Maracay, si se fijan hay un patrón con el nombre de su ciudad preferida. Sin embargo, no pagaba muchos sueldos que se diga, de hecho, a la usanza del más puro feudalismo, colocaba a los soldados a trabajar para “el General,” y nos imaginamos que el rancho (así llaman a la dotación en el ejército) lo ponía el Estado, muy sector privado, muy liberal el benemérito.

Cuando se fundaba una empresa, los dueños acostumbraban a regalarle acciones al dictador para que éste sintiera que no se le dejaba fuera, e incluso sirviera para apoyar a los socios con algún beneficio gubernamental. Muy liberales además los empresarios, verdad.

Incluso los competidores le llevaban al general rumores sobre la gerencia de una determinada empresa, para que éste los llamara a botón y los investigara, eso se lo hicieron a Pérez Dupuy con unos créditos que otorgó el Venezolano de Crédito, en los primeros años del banco. Otro caso curioso es el intento de tomar el control en la junta directiva del Banco de Venezuela, que como era el principal emisor de billetes, el banco con más agencias y además el banco por medio del cual se hacía la gestión de tesorería del gobieno, lo consideraba como propio, aunque él o el gobierno no eran accionistas.

Si nos creemos el cuento que había tres poderes, y que había autonomía, podemos llegar a afirmar que había una suerte de modelo republicano, pero eso no es verdad. De hecho, Betancourt entendía que la única forma de darle la voltereta a ese depravado sistema de dominación era con elecciones universales. Cuando llegaron al poder después del derrocamiento de Medina, lo hicieron, y hasta hoy todos creen que democracia es sinónimo de votaciones universales, y bajo ese mito se arropó el chavismo y creo que seguirán arropándose los que vengan.

Pero centrándonos en Gómez hay mas cosas, si una persona quería ir de Caracas a Los Teques, por ejemplo, tenía que tener un pasaporte expedido por la autoridad civil de donde vivía. Si era para transportar mercancias peor, porque había alcabalas en las cuales podían de manera totalmente legal “robarle su mercancía”, por eso cuando López tuvieron que crear la Guardia Nacional para evitar los abusos que se cometían en las alcabalas, además del orden público.

El sistema tributario era un verdadero lío, buena parte de los impuestos eran indirectos, y los aranceles eran demasiado elevados. Esa era la razón por la que todas las mercancías venezolanas eran muchísimo más costosas que las importadas. Además, como afirmamos, si un “buen amigo” solicitaba protección arancelaria, se le daba y los consumidores “a llorar al valle”. Muy liberal el sistema. Por eso había un comentario de que cuando algún ministro decía que una ley era demasiado estricta, el General le afirmaba: “que eso no era para nojotros, eso es para loj jenemigos” (sac, como lo oigo lo escribo)

Pero de donde salía toda esta maraña. En Venezuela, el liberalismo propiamente dicho, nunca se aplicó, porque los liberales eran proteccionistas y los conservadores, también. Recordemos que tanto Cipriano Castro como Juan Vicente Gómez eran miembros del partido liberal, sin embargo, es Guzmán Blanco quien modifica la constitución para dejar al gobierno en administración de las minas, debido a que se consideraba que el gobierno abogaría por una justa distribución de esa riqueza. Han pasado más de 100 años de eso, todo el país sabe que eso es mentira, sin embargo, quienes abogan por mantener a PDVSA, todavía no se han dado cuenta que ese modelo es un error fundamental, y que no proviene de la colonia. Porque propiedad de la mina no significa capitalismo de estado.

Bueno, en el gobierno de Guzmán Blanco comenzaron a llegarle al liberalismo venezolano una corriente que es eminentemente socialista, en su deseo de hacer ingeniería social, el positivismo, y de hecho, durante el gobierno de Castro y en casi todo el gobierno de Gómez, los positivistas estaban por ahí dando sus recomendaciones, promoviendo leyes e instituciones. Vallenilla Lanz, Arcaya, Gil Fortul, eran los principales representantes. Al final del gobierno de Gómez y durante los gobiernos de López y Medina, la tónica cambió a favor de los socialistas de cátedra, porque quienes fueron ministros estaban más vinculados a la escuela historica alemana y al fascismo italiano, de hecho ahí estaban Uslar Pietri, Adriani, Egaña. Nuestros historiadores los confunden con positivistas, pero no es así, esa es la razón por la que critican a los positivistas y los llaman liberales, y ellos trataban de diferenciarse, manteniendo su antiliberalismo, y su socialismo, pero no confesando sus orígenes.

Si a ver vamos, entonces, Gómez no fue nunca liberal. Ni en lo económico, ni en lo político, ni en lo doctrinal. Entonces llamemos a las cosas por su nombre, Gómez era tirano, eso sí, pero no era liberal.

 

@daniellahoud

 



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