La China y su transformación

Raúl TorricoRaúl Torrico.- En la obra “The Commanding Heights” (2002) los autores D. Yergin y J.Stanislaw condensan su visión de China a partir de la victoria que en 1949 significó la fundación de la República Popular China.

Mao Tsé Tung sin largas esperas, designó secretario general del Partido Comunista y n# 4 en la jerarquía del gobierno a Deng Xiao Ping, entonces Mao lanzó el Gran Salto hacia Adelante el cual pretendía hacer en 15 años lo que a las naciones capitalistas les tomó 150 años, pero todo aquello acabó en un enorme desastre con millones de personas muriendo de hambre mientras que la agricultura, industria y comercio se derrumbaron sin remedio.

Deng empezó a recoger los pedazos astillados y a reemplazarlos por educación y experticia; en ese momento, divulgó su famoso aforismo: “No importa si el gato es blanco o negro: lo que que sí importa es que caze ratones “.Ese tipo de pragmatismo no gustó a Mao por lo que atentó contra Deng cuando impulsó la Revolución Cultural ya que Mao veía con insatisfacción la falta de fervor en el país y la poca veneración hacia su persona. Deng tampoco mostraba aprecio hacia la citada revolución lo que lo llevó a ser condenado a dos años de confinamiento siendo su camaradería con Zhou Enlai lo que lo salvó de lo peor.

Al salir de prisión –inicio de los años 70– Deng volvió a su posición jerárquica pero su tiempo en confinamiento lo había empleado en estudiar como modernizar China. Deng nuevamente se vió en problemas cuando trató de imponer la educación y los incentivos económicos lo que lo llevó de vuelta a la prisión dado que Mao veía como se entregaba al Capitalismo.La muerte de Zhou Enlai lo debilitó y solo se liberó cuando Mao falleció en 1976.

En diciembre de 1978, en la 3ra plenaria del 11avo Congreso del Partido Comunista Chino se decidió orientar el país hacia la economía de mercado. Deng quería crear una China rica y poderosa. El era nacionalista y sabía que el comunismo y su partido serían los mecanismos para lograr ese objetivo y fue entonces que afirmó: “Tengo dos opciones: distribuir pobreza o riqueza, y pienso que ya vimos suficiente de la primera opción”.

La primera transformación se produjo en la agricultura. El sistema colectivista de Mao fue sustituído por otro donde cada familia trabajaba la tierra y entregaba una cierta cantidad de la cosecha alcanzada al Estado quedandose con el resto que podía ser consumido o vendido y así fue que despegó la libre empresa teniendo como asombroso resultado que en 16 años el incremento de la producción llegó al 50% con efectos positivos como que se generó un aparato completo de comercio ya que los mismos agricultores se involucraron en el transporte, construcciones rurales, mecánica, mercados de de productos privados y comenzaron a contratar mano de obra en el sector, algo nunca visto.

En 1978, solo el 8% de la producción agrícola se vendía en el mercado en tanto que en 1990 pasó 80%, y en solo 6 años (1978-1984) el ingreso real del agricultor se elevó 60%.

Con el sector industrial el proceso fue muy diferente dado que en este tipo de actividad todo esta muy interconectado, también la escala del sector es muy grande y todo era controlado desde el centro de poder pues era la actividad que más recursos entregaba al gobierno; la alta ineficiencia industrial requería una reforma profunda para evitar “castigar” a las empresas más eficientes las cuales usualmente producían mayores beneficios.

China procuró ver de cerca la economía de otras experiencias socialistas (Yugoslavia, Polonia, Hungría) pero quedaron asombrados cuando visitaron Japón a mediados de los años 80: una de cada dos familias tenía automóvil y el 95% de las familias poseían televisión, refrigerador y lavadora.

Justamente a mediados de los ’80 tuvo lugar el punto de quiebre pues una parte de la población quería llevar adelante reformas económicas con cierto liberalismo pero existía el temor que el capitalismo derrumbara el socialismo y comunismo por el que tanto habían luchado. Como ejemplo de ese temor, citemos que Deng sostenía pragmáticamente que los agricultores podían contratar temporalmente mano de obra pero su contraparte (Chen Yun) apelaba a la connotación marxista de explotación de ese concepto.

No obstante, en 1984 se empezó a discutir como crear una economía de mercado teniendo en cuenta que justamente el mercado colocaba los recursos de una forma más eficiente que la economía planificada; en este sentido, un prominente economista chino llamado Li Yining concluyó que la premisa del Estado-Control debía ser cuestionada, desafiada. Li luego de estudiar a Oscar Lange, Friedrich Hayek y el modelo soviético afirmó categóricamente que SOLO LA PROPIEDAD PRIVADA PODÍA INTRODUCIR LA RESPONSABILIDAD EN LA TOMA DE DECISIONES Y SERVIR COMO CANAL DE MOTIVACIÓN PARA GUIAR A CUALQUIER PAÍS A LA PROSPERIDAD.

Zhao Ziyang ( premier y luego secretario general del partido comunista) propuso un “gran ciclo de desarrollo” con la idea central de crear industrias para la exportación en zonas costeras, copiando la estrategia asiática de exportaciones que ofrecía la solución a múltiples problemas en virtud que esas nuevas industrias producirían moneda dura ( divisas) y absorberían la mano de obra que saldría del sector agrícola; paralelamente, Pekín concedió autonomía en el comercio y poder de decisión en cuanto a las inversiones en esas zonas económicas especiales.

Ciertamente, todo este avance ocasionó una reacción adversa por parte de los conservadores que veían inflación, corrupción(capitalista),corridas bancarias por lo que Deng y el gobierno decidieron un cambio de curso orientado hacia la estabilización económica sin nuevas reformas.

Las dificultades en la economía, el giro conservador y las aspiraciones democráticas se juntaron y expresaron en 1989 en la Plaza de Tiananmen donde el gobierno dió orden a los militares de desalojar la plaza ocasionando la muerte de 1.000 estudiantes; esto coincidió con el colapso de la Unión Soviética y del comunismo en el este de Europa.

Deng siguió adelante pero las reformas y su influencia menguaron debido a las denuncias de Chen quién denunciaba el carácter capitalista de las reformas que apuntaban a destruir el comunismo chino. Entonces, Deng reaccionó preparando lo que sería su última campaña (Nanxum o viaje al Sur) por un mes para defender las zonas económicas especiales aunque ya era asombroso el progreso a pesar de los años críticos de 1984 a 1989.

Deng terminó su campaña con el 14 avo Congreso del Partido Comunista donde manifestó que China debía definitivamente cambiar de una economía planificada socialista a una economía social de mercado.

Guangdong era la provincia-motor de todas las reformas y Deng pensaba que en 20 años sobrepasaría a los 4 tigres asiáticos (Corea del Sur,Taiwan, Singapore y HongKong).

De hecho, entre 1989 y el año 2000 la economía china creció a un promedio del 9,7% anual: sin embargo, se destaca que dicho crecimiento escondía la división entre empresas públicas y privadas. Las empresas estatales, a su vez, se dividían en medianas y grandes compañías estas últimas llegaban a 10.000 pero la mayoría eran muy ineficientes ya que no producían lo exigido por el mercado y además no pagaban sus deudas requeriendo dinero del gobierno central en vista que ¾ partes de ellas arrojaban pérdidas.

La inversión extranjera en China de 1990 al año 2000 pasó de US$ 3,7 millardos a US$ 41.000 millardos orientándose la mayor parte a fomentar exportaciones.

Como ya señalamos, hay un nuevo tigre asiático dentro de la misma China llamada la provincia de Guangdong en la costa sur del país. Entre 1978 y 1983 Guangdong creció a un ritmo del 13,9% o sea muy por encima del promedio nacional, y su comercio exterior ( importaciones + exportaciones) totalizó un 40 % del total chino; también dicha provincia es el mayor mercado de consumo con el 12% del país.

Otro hecho de consideración fue que Hong Kong fue devuelto por la Gran Bretaña a la China en 1997, siguió siendo una zona económica primordial con US$ 27.000 de ingreso por persona año (superior a Gran Bretaña) y se mantiene como una de las zonas económicas más abiertas del mundo entero.

Deng falleció en 1997 y en su funeral el presidente Jiang Zemin destacó sus tres caídas y las tres veces que se levantó para llevar a la China adelante en el siglo 20 dado que cuando él llegó al poder el 60% de la población vivía con menos de US$ 1 al día; Deng logró duplicar el ingreso per cápita entre 1978 y 1987 y perseveró en su esfuerzo hasta rescatar de la pobreza a 300 millones de habitantes en dos décadas.

Empero aún quedaba por resolver la otra parte de la ecuación: el sector estatal.

Aunque algunas empresas estaban bien gerenciadas, la mayor parte eran ineficientes, perdían dinero y los créditos impagos llegaban a 40%. La PRIVATIZACIÓN no era la solución para la vieja generación considerando que podía abrir la puerta a la corrupción y crear turbulencia en la sociedad. El sistema no podía continuar. La acumulación de deuda del sector estatal constituía un grave riesgo para la estabilidad del país en consecuencia el partido Comunista determinó que la mayoría de las empresas estatales (100.000) serían separadas del Estado y convertidas en compañías poseídas por el pueblo (Ming Ying); valga señalar que desde 1978, 40.000 empresas del Estado han sido cerradas.

La palabra PRIVATIZACIÓN seguía siendo evitada y en su lugar se hablaba de CORPORATIZACIÓN de las empresas estatales para hacerlas más competitivas.

A estos fines, Zhu retomó a idea de afiliar China a la Organización Mundial de Comercio (OMC) pues sentía que ese paso aceleraría la participación de China en el comercio mundial y ayudaría a justificar el cierre de empresas ineficientes; en ese momento, la crisis financiera de Asia afectó también a China pues cayeron las exportaciones, el crecimiento se desaceleró y sobre todo se perdieron muchos empleos pero finalmente en noviembre 2001, China fue admitida en la OMC.

En resumen, China en 10 años cuadruplicó su comercio internacional llevándolo a US$ 474 millardos en el año 2000 y su PIB en 1999 es el segundo detrás de USA. Su influencia en Asia es muy marcada como inversor y apunta a hacer mermar la influencia de Estados Unidos en ese continente.

Hay un promedio de 55.000 estudiantes chinos en universidades americanas cada año. Algunos se quedan al terminar sus estudios (Silicon Valley) pero otros regresan a crear empresas propias con dinero, tecnología, gerencia y una forma de pensar hacia el libre mercado.

China esta lejos de ser una democracia liberal pero el retiro del Estado de las vidas privadas es algo evidente y su gente es más libre de escoger el modo de vida que prefiere.

Sin embargo, esa misma China alberga corrupción, inflación, un sistema bancario con agudos problemas; asimismo, el ecosistema degradado amenaza a millones de personas. También, el enfrentamiento entre el poder central y las regiones es constante. Igual cosa sucede con las divisiones entre ricos y pobres, este y oeste, lo rural y lo urbano, empresas privadas y estatales creando grandes tensiones en la reforma; mientras tanto el asunto de los derechos humanos sigue siendo objeto de controversia entre China y Estados Unidos.

Como se observa, este gigante asiático ha obtenido enormes logros pero todavía tendrá que resolver cuestiones fundamentales que le permitan superar la posición de los Estados Unidos tanto en lo económico como en la vida política.

 

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