La importancia de las tasas de interés

José Grasso VecchioJosé Grasso Vecchio.- Existen varias maneras de entender lo que significan las tasas de interés. Una de ellas es la compensación que recibe quien tiene dinero por desprenderse de él y prestarlo a alguien, otra tiene que ver con el costo del financiamiento para quien toma un crédito y debe pagar una tasa por ese crédito recibido. Una definición más técnica entiende la tasa de interés como aquel precio que equilibra la demanda y la oferta de dinero.

Una distinción importante que hay que hacer es entre la tasa pasiva que es la recibida por los depositantes cuando depositan su dinero en un banco y la tasa activa que es la que cobran los bancos a sus clientes por los créditos. A partir de esa diferencia más los costos en que incurre la banca, se determina el margen financiero de las instituciones financieras. Igualmente conviene mencionar la diferencia entre la tasa de interés nominal que es la que no toma en cuenta la tasa de inflación y la tasa real de interés que consiste en la tasa nominal menos la tasa de inflación esperada. Así, si una persona devenga una tasa de interés de 10% por sus depósitos y la tasa de inflación es 8%, la tasa real de interés será menos 2%. Por esa razón, generalmente los bancos centrales procuran mantener baja y estable la inflación para que haya una correspondencia con la tasa de interés.

Hay que distinguir los conceptos de la tasa de interés en una economía abierta a los flujos internacionales de capital y la tasa de interés de una economía cerrada a esos flujos de capital. En el caso de una economía abierta, la tasa de interés doméstica debe reflejar dos variables adicionales, por una parte, el riesgo país y por la otra la devaluación de moneda. En la medida en que ambos riesgos sean iguales y bajos en dos países, claramente las tasas de intereses entre ellos tenderán a ser iguales, porque daría lo mismo pedir prestado o depositar en esos dos países. Es lo que sucede cuando se aprecian las similitudes de las tasas de interés en Europa y Estados Unidos, por ejemplo.

Los bancos centrales usan la tasa de interés para emitir una señal sobre la economía y definir el perfil de su política monetaria. De esta forma, cuando los entes emisores observan que la economía está en recesión suelen inducir una baja de la tasa de interés de referencia para abaratar el crédito y potenciar la demanda y con ello la actividad económica. Contrariamente, cuando la economía sufre de inflación elevada, la autoridad monetaria procura elevar la tasa de interés de manera de mitigar las presiones inflacionarias mediante el encarecimiento del crédito bancario. Así, el dinero se hace más costoso y las tensiones sobre los precios, si se originan en factores de demanda, tienden a ceder. El dilema se presenta cuando la economía está afectada por la concurrencia de recesión e inflación al mismo tiempo. Me refiero al caso que tratamos la semana pasada y es el riesgo de la economía mundial al borde de la estanflación.

En medio del entorno inflacionario que vive la economía mundial, los bancos centrales más importantes del mundo han acordado alzas de las tasas de interés con el objeto de reducir la inflación del entorno de 8% actualmente hasta un nivel estimado como razonable entre 2% y 3% anual. Ello ha ocurrido luego de años de tasas de interés ultra bajas donde estás se ubicaron en menos de 1% anual en el contexto de una política de laxitud monetaria para estimular las economías. Con cierta razón algunos especialistas argumentan que ese relajamiento monetario y los estímulos fiscales otorgados para atenuar los efectos de la pandemia, son los responsables de las elevadas tasas de inflación que ahora se observan.

En el caso del Banco Central de EEUU (Reserva Federal), éste ha venido incrementando las tasas de interés de política monetaria desde 0,25% a inicios de 2022 hasta 1,75% en junio y se espera que el aumento alcance al 3% a finales de 2022 o comienzo de 2023, fíjense, que la inflación de Estados Unidos se descontrola y escala hasta un nuevo récord del 9,1%, metiendo más presión a la Reserva Federal. Esta tasa se considera por ahora, que no tiene incidencia negativa sobre el desempleo. Algo similar han hecho el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra. Para los países de América Latina y África, principalmente, que buscan financiamiento externo, obviamente ello va a implicar un encarecimiento del financiamiento que puede inhibir el crédito y si se opta por tomarlo, tendrán que pagar significativamente más por el servicio de la deuda.

@josegrasso

 



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