La informalización del salario

Daniel LahoudDaniel Lahoud.- Otro de los elementos al cual llegó la informalidad es al salario. La informalidad demuestra que lo que parece desordenado, no lo es. El orden llevaría a pagar a un empleado menos de $3 mensuales por su trabajo, la informalización hace que ese mismo empleado gane en un empleo regular hasta $60 mensuales o más si tiene responsabilidades gerenciales. ¿Por qué? Bueno porque ese es un ámbito en el cual el gobierno no tiene nada que hacer, y ha demostrado que no puede hacer nada.

Los salarios también están dolarizados en una sociedad que dice no estarlo. Algunos reciben su salario en verdes, otro en su equivalente en colorines y otros lamentablemente siguen esperando que el colorín vuelva después que le han dicho “colorado, este billete se ha acabado.” Los mejores salarios, al parecer los paga la manufactura y los peores el sector público.

Mientras que el salario mínimo ha perdido toda capacidad de referenciar nada en este país. La gráfica que sigue lo muestra palmariamente:

Salario venezolano
Ahí tienen el salario desde hace 47 años, probablemente usted no había nacido, cuando eso, Venezuela tenía un salario mínimo que equivalía a $100 y en 1979 alcanzó a $203 (primer año del gobierno de Luis Herrera Campins) y ese fue el más alto de la historia, que se desbarató con el viernes negro.

Lo que ocurrió en los años después de 1999, solo fue posible por la adición del bono de alimentación, que hasta hoy no es salario. Incluso si lo toman desde ahí, el nivel más alto es el de 1999 y 2000, es decir antes del control de cambios de 2003 (que aunque la gente grite, y patalee, no lo han derogado) y desde 2012, lo único que ocurre es que lo suben un poquito para que no caiga tan rápido.

En aquellos tiempos, la gente sufría de ilusión monetaria (bolivariana) y creían que cuando le subían el sueldo eso causaba subidas de precio y aquí tengo que contradecir un poco a quienes me leen porque primero subían los precios y después ajustaban el salario mínimo, pero como ven, el poder de compra no se recuperaba. Eso era producto de esa misma ilusión, en aquella época usted se montaba en un taxi y el taxista siempre tan locuaz le contaba a usted que el compró un carro por allá en los 70 a Bs. 20.000 ($4.650) y lo vendió en los 90 en Bs. 200.000 ($2300) y concluía diciendo: “yo siempre le he ganado a todos los carros que he tenido”.  Hoy Venezuela es otra, la gente no se monta en taxis y los taxistas siguen hablando solos, y quizá ellos tampoco creen en la ilusión de los colorines.

Sin embargo, todavía hay gente que cree que el salario mínimo es necesario para que el “pobre obrero” pueda cubrir la canasta básica y ahí tengo otra mala noticia. El salario mínimo es una institución creada por los gobiernos (las instituciones de verdad no las crea el gobierno) para hacernos creer que ellos llevan la batuta. La mentira funciona mientras la economía es manejable y los precios del petróleo suben. Cuando caen, nos damos cuenta que ellos no determinan el precio del petróleo y tampoco manejan nada.

Pero los salarios son la representación de la productividad, esa es la razón por la cual los salarios de las compañías petroleras eran los más elevados. Pero hoy ni nuestra petrolera es productiva, por tanto los salarios deben ser todos bajos.

Tampoco afectan los precios. Porque lo hemos dicho insistentemente los costos no determinan los precios y lo que ocurría con el salario mínimo era eso, los precios subían y los salarios también, por lo que el gobierno hacía que subía el salario mínimo para compensar, siempre por debajo de lo que muchas empresas lo habían elevado ya. Esa es la razón por la que no hay que preocuparse, aunque el salario mínimo sea menos de $3, muy pocas personas se quedan ahí, y encuentran fuentes formales e informales en las que su productividad es remunerada. Por eso, más que un suplicio, es un logro, la informalización no es desorden, es el verdadero orden, solo hay que tener ojos para verlo.

 

@daniellahoud

 



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