La economía de Estados Unidos ha continuado una «sólida recuperación» desde la pandemia por la COVID-19, aumentando los salarios y atrayendo personas al mercado laboral a pesar del importante endurecimiento de la política monetaria que ha ayudado a reducir la elevada inflación, según el último estudio económico de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre la nación norteamericana.
La OCDE proyecta que el crecimiento del PIB en Estados Unidos aumentará del 2,5% en 2023 al 2,6% en 2024 antes de desacelerarse al 1,8% en 2025. Dicho crecimiento se verá respaldado por el gasto de los consumidores, la continua fortaleza del mercado laboral y, eventualmente, por la flexibilización de la política monetaria.
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Se espera que la inflación subyacente disminuya del 4,1% en 2023 al 2,6% en 2024 y al 2,1% en 2025, a medida que el crecimiento de los salarios y la inflación de la vivienda se desaceleren, señala una nota publicada por la OCDE.
La deuda del gobierno en general aumentó al 122% del PIB en 2023, su nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial y el cuarto más alto de la OCDE. Se espera que la relación deuda/PIB siga aumentando marcadamente en las próximas décadas bajo las actuales políticas tributarias y de gasto. Esto se debe a un creciente desajuste entre el gasto en provisión de servicios públicos, seguridad social e infraestructura, y a una reducción de la base impositiva a través de recortes fiscales.
“Estados Unidos se ha recuperado rápida y firmemente de la pandemia, con un fuerte crecimiento del empleo y los salarios, mientras que la inflación está bajando. La flexibilización de la política monetaria será apropiada una vez que haya signos más claros de que la inflación se está moderando de manera duradera para cumplir con el objetivo del 2% de la Reserva Federal”, dijo el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, al presentar la encuesta en Washington, junto con el presidente del Consejo de Asuntos Económicos de la Casa Blanca.
Lograr la sostenibilidad fiscal haría que la economía fuera menos vulnerable a futuras crisis económicas y garantizaría que se mantengan las funciones clave del gobierno, indica la OCDE. Un ajuste fiscal constante y plurianual que incluya ajustes del gasto, en particular lograr ahorros en pensiones y atención médica, y aumentos en los impuestos, particularmente sobre los ingresos de capital, colocaría la elevada deuda pública en un camino más prudente. Reemplazar el techo de deuda con un simple objetivo de ratio de deuda a mediano plazo sería más simple que las normas presupuestarias legislativas existentes y proporcionaría más claridad para el presupuesto público.
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