Optimismo empresarial o riesgo oculto: cómo el sesgo de positividad puede llevar al fracaso
Daniel Cadenas.- El sesgo de positividad es un fenómeno psicológico en el que las personas tienden a sobrevalorar la probabilidad de que ocurran eventos positivos y a subestimar la probabilidad de eventos negativos. Este sesgo puede ser un obstáculo importante para la prevención de riesgos empresariales, ya que lleva a una evaluación inadecuada de los posibles riesgos y a una falta de preparación para enfrentar las consecuencias negativas.
Cuando los individuos se dejan llevar por el sesgo de positividad, pueden subestimar los riesgos potenciales, lo que lleva a una planificación inadecuada y a una falta de preparación para hacer frente a los impactos negativos. Esto puede resultar en una falta de anticipación de los riesgos, lo que a su vez puede llevar al fracaso empresarial.
El sesgo de positividad, o también conocido como el sesgo de optimismo, puede tener un impacto significativo en las decisiones empresariales. En primer lugar, puede llevar a una evaluación excesivamente optimista de la viabilidad de un proyecto o estrategia, lo que resulta en una subestimación de los riesgos y una sobreestimación de los resultados potenciales. Esto puede llevar a decisiones financieras arriesgadas o a la implementación de iniciativas poco realistas. En segundo lugar, el sesgo de positividad puede conducir a una falta de preparación para situaciones adversas o a la incapacidad de reconocer las señales de advertencia, lo que deja a la empresa vulnerable ante desafíos inesperados. Finalmente, este sesgo puede dificultar la adopción de medidas preventivas o de contingencia, lo que aumenta la probabilidad de fracasos o pérdidas significativas ante la imprevista realidad adversa.
Para ser un analista de riesgos exitoso, es crucial adoptar una actitud mental equilibrada y objetiva hacia la evaluación de riesgos. Los analistas de riesgos deben ser capaces de considerar y evaluar de manera imparcial todos los posibles escenarios, tanto positivos como negativos, y tomar decisiones informadas basadas en esa evaluación.
Para contrarrestar el sesgo de positividad, es fundamental que los analistas de riesgos se esfuercen por ser conscientes de su propio sesgo y busquen activamente información contraria que pueda desafiar sus suposiciones optimistas. Además, es crucial fomentar un ambiente organizacional que valore la evaluación crítica y objetiva de los riesgos, en lugar de favorecer una mentalidad excesivamente optimista.
Se desempeñó como vicepresidente de VIPCapital, firma de servicios de banca de inversión durante 7 años. También ha sido Especialista de Planificación Financiera en el Banco Nacional de Crédito (BNC), realizando trabajos de investigación económica. Ha sido Asistente de Investigación en proyectos financiados por el Centro de Desarrollo Científico y Humanístico (CDCH) de la Universidad Central de Venezuela. Licenciado en Economía de la Universidad Central de Venezuela (ocupando la posición número 2 de su promoción, mención Magna Cum Laude). Además, es licenciado en Química por la Universidad de Los Andes y TSU en Química por el Instituto Universitario de Tecnología Región Capital. Posee la Maestría en Investigación de Operaciones en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela y actualmente cursa el Doctorado en Ciencias Económicas en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Ha sido Profesor de Macroeconomía en las Universidades Central de Venezuela (UCV) y Metropolitana de Caracas (UNIMET). Es socio fundador de Oikos Research y colaborador activo de ICG Consultores.