¿Por qué y para qué de los Bancos Centrales?

José Grasso VecchioJosé Grasso Vecchio.- Desde la creación del Banco de Inglaterra se asumió la idea de que los países deberían contar con un banco central para que se ocupara de regular la economía, en particular, centralizar la emisión de dinero, supervisar los bancos y comenzar a ejecutar la política monetaria.

En Estado Unidos, el banco central, llamado la Reserva Federal, fue establecido en 1913 para prevenir las recurrentes crisis financieras y concentrar la emisión en una nación caracterizada por el sistema federal de gobierno en donde en varios estados de la unión existían bancos privados que fungía como institutos emisores. La característica actualmente única de la Reserva Federal entre los institutos emisores de los países desarrollados es el de ser el único banco central con un mandato dual, procurar la estabilidad de precios y al mismo tiempo alcanzar el mayor nivel de empleo posible, lo cual claramente en ciertas coyunturas encara un dilema, cuya resolución queda en mano del presidente de la FED.

Por su parte, con la creación del Banco Central Europeo (BCU), se marcó un hito en sentido que se agruparon un conjunto de países para tener una sola y única autoridad monetaria. El BCU nació con la marca del antiguo Banco Central de Alemania (Bundesbank), signado por su conservadurismo monetario, tras sufrir la hiperinflación en los años treinta del siglo XX, lo cual precipitó el ascenso de Hitler al poder y con él la Segunda Guerra Mundial. Así, el BCU tiene un objetivo claro, la estabilidad de precios, definida como una tasa de inflación para la zona del euro no mayor al 2% anual.

Los bancos centrales al tener el monopolio de la emisión pueden en consecuencia determinar las tasas de interés de política monetaria usando para ello las operaciones de mercado abierto, es decir la compra-venta de títulos valores del tesoro. De esta manera es que el banco central regula la cantidad de dinero para así influir sobre los precios, de manera indirecta afectando las condiciones de la demanda agregada, más no fijando los precios de los bienes de forma administrativa.

Luego de las crisis inflacionarias que sufrieron muchos países en los años ochenta o antes la gran mayoría de los bancos centrales se dedicaron a un solo objetivo, bajar la inflación y lo lograron, en varios casos al costo de un mayor desempleo transitoriamente. Porque lo que es indiscutiblemente cierto es que una economía con inflación alta y volátil no podrá crecer de forma sostenida. Por esa posición de los banqueros centrales, es que hoy el mundo disfruta de inflaciones bajas, para lo cual ayudó la consolidación fiscal y evitar así que los déficits fiscales fuesen financiados con emisión monetaria.

Pero también los bancos centrales han avanzado hacia otras esferas de la economía sin olvidar su misión fundamental que es la estabilidad de precios al involucrarse en la gestión y modernización de los sistemas de pagos. Ello es esencial para lograr un funcionamiento eficiente de la economía al bajar los costos transaccionales y agilizar y hacer más eficiente las transacciones y con ello la actividad económica como un todo. Esa ha sido una experiencia exitosa a nivel global, estimulada por la creciente digitalización y los avances en los sistemas de información y transmisión de datos.

En consecuencia, tener un banco central implica tener ventajas para el buen funcionamiento de la economía. Luego de la victoria de Javier Milei en Argentina, ha tomado fuerza el debate sobre la dolarización y el rol de los bancos centrales. Tener un banco central evita que un país pierda la soberanía monetaria y permite que dicha institución pueda manejar la cantidad de dinero y las tasas de interés como instrumento de política monetaria. En adición el banco central puede ayudar en variados problemas económicos, como caída de ingresos o una recesión, cuyos efectos negativos serían mayores a falta de medidas monetarias y cambiarias. En el artículo anterior planteaba que no creía en una dolarización en ninguna economía para resolver sus problemas, a lo que agrego que estoy convencido de la importancia y la necesidad de los bancos centrales, el experimento de la fallida caja de conversión en Argentina más el hecho de que prácticamente en todos los países del mundo tienen una autoridad monetaria, son razones más que suficientes para reconocer la importancia de los bancos centrales en la economía.

 

@josegrasso

 



1 comentario

  1. Darío de Jesús Arguelles

    Por favor hagan halgo para poder sobrevivir en Venezuela con el bolivar aquí en el Táchira venden con dólar y pesos y no con el bolivar porque

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