El Tesoro Nacional de Brasil captó este lunes 2.000 millones de dólares (unos 1.869 millones de euros) en su primera emisión de bonos verdes a un plazo de siete años en el mercado estadounidense, según comunicó el organismo.
La emisión de los bonos verdes, con una rentabilidad del 6,5% anual, «representa un nuevo hito en la gestión de la Deuda Pública» y reafirma el «compromiso» del país con «políticas sostenibles», señaló el Tesoro Nacional en un comunicado.
La emisión, además, está «convergiendo con el creciente interés de los inversores no residentes y con la expansión del mercado de bonos temáticos en el mundo», agregó la nota.
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El 75% de los bonos verdes brasileños fueron adquiridos por inversores de Europa y Norteamérica y el 25% restante de Latinoamérica, incluyendo los de Brasil.
Los fondos recaudados por el Gobierno están destinados a ayudar a financiar una serie de acciones centradas en la preservación del medioambiente, como la mitigación del cambio climático y la conservación de los recursos naturales y el desarrollo social.
«Logramos un resultado muy significativo», señaló a periodistas el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, quien destacó el «spread» (diferencial) de 180 puntos, que es lo «que se suele pagar por parte países con calificación de grado de inversión».
Para Haddad, la respuesta a la emisión es una señal de que «el mercado internacional reconoce a Brasil como si tuviera grado de inversión».
El objetivo del Gobierno con esta primera emisión era situar al país en la lista de naciones que captan fondos bajo el compromiso de invertirlos en acciones bajo el sello ESG (buenas prácticas medioambientales, sociales y de gobernanza).
La operación que fue liderada por los bancos Itaú, J.P. Morgan y Santander, también es el primer paso del país hacia la consecución de programas de bonos ESG en otros mercados emergentes, como Chile y México.
EFE