Una nueva revisión de los fundamentos económicos
Daniel Lahoud.- En economía existen muchos mitos. Uno de ellos es el generado tras el estudio de Kagan sobre las inflaciones. Desde ahí se cree que si un país tiene 50% mensual o más de alza en el IPC o el indicador que toque, está en hiperinflación. Entonces, si un país tiene 49% todos los meses, ¿cómo lo llamamos?
Ese es uno de los problemas cuando uno cree que los números son más importantes que la misma realidad económica, la pregunta aquí es ¿es la inflación el alza de los precios, o el alza de los precios es realmente la consecuencia de la inflación? Porque de hecho, si uno lee a los autores del siglo XIX, cuando la ciencia económica estaba desarrollándose. Todos llamaban inflación a lo que realizaba el banco central emitiendo dinero en exceso, es decir inflar los medios de pago. Si así lo fuese, todos estaríamos claros en lo nefasto que es que un banco centralice la emisión y que realice política monetaria, porque de alguna forma, toda política monetaria lleva implícita la emisión de medios de pago.
Otro elemento sensible y que hoy preocupa a todos es el bendito salario mínimo, hace tiempo, comenté que el salario mínimo más alto de la historia fue el de 1982 (dieciocho años antes de la era chavista) y fue $209. Desde entonces lo único que ha hecho el salario mínimo es caer, caer y caer.
Salario Mínimo medido en Dólares Americanos (desde 1980-2019)
Entonces, cómo a alguien se le ocurre pedir $400 si eso es casi el doble de lo que se pagaba en Venezuela cuando la economía, indudablemente, estaba mejor que hoy. La economía espontáneamente ha demostrado que es inútil fijar un sueldo mínimo. Los empresarios que dan empleo, saben que sus empleados están subpagados y le pagan más que eso, y si los empleados se sienten mal pagados, no lo dudan, incluso se van a la economía informal, pero no trabajan al salario mínimo. Entonces, prácticamente es mejor que el gobierno deje de meterse en eso y regule su lengua que suele ser más perjudicial que la fijación del salario mínimo, en lo cual nadie le para.
Así podría derogar la Ley del TTT TTT TTT y dejarnos sin otra regulación que lo único que hace es complicar las relaciones obrero-patronales. Probablemente eso alcance a elevar el empleo y hacerlo más eficiente, por lo que el país ganaría otra. Me imagino que estoy pidiendo mucho, pero en eso de peticiones, es mejor pecar por exceso, uno no sabe si el día que pide, el tipo al que se le pide está débil, y afloja.
Ahora llegamos al mito fundamental, la dolarización, hay quien teme a esto como si fuese de verdad un problema. Ciertamente, el problema es no hacerlo. Porque de hecho la economía está dolarizadisima. Ojo, vamos a explicar esto con calma, porque no queremos dejar “cabos sueltos.” Cuando nos referimos a que Venezuela siempre ha estado dolarizada, es porque en lo que se llama la colonia y durante el siglo XIX Venezuela casi siempre estuvo sujeta al patrón oro, por lo que el dólar era la moneda que se utilizaba, de hecho el dólar es el mismo peso fuerte español que siempre fue la base de nuestro sistema monetario, un dólar de plata era igual en peso y calidad a un fuerte es decir Bs. 5,oo (eso si era fuerte)
Cuando nace el Banco Central, muy a pesar de los intereses iniciales, lo que se constituyó fue una caja de conversión no oficial, que mantuvo el bolívar férreamente atado al dólar. Por lo que los bolívares solo eran una excusa para no utilizar las reservas internacionales como moneda.
Desde 1974, cuando estatizaron el Banco Central, comenzaron a jugar con el valor del bolívar y esos desastres nos trajeron a la hiperinflación de hoy, y por eso la gente no es boba, se refugia en lo único sólido que hay que son los dólares.
Aquí también hay que explicar algo fundamental, economía dolarizada no significa que los precios de Venezuela deben ser los mismos precios de USA. Venezuela no es USA, y pueden parecerse, pero no ser absolutamente iguales. Para ello hay que bajar los impuestos, bajar el gasto público, reducir los aranceles y eliminar muchas restricciones arancelarias. Además hay que provocar que los fletes bajen. Entonces si hay mucho camino político por hacer, por lo cual liberalismo, no significa que el gobierno “no debe hacer nada”, lo que ocurre es que lo que se tiene que hacer, es lo que no le gusta al gobierno y a los políticos. Son cosas además, que provocarían la reducción del poder político que hoy tiene. Si usted fuese aspirante a gobernante, no le gustaría hacerlo. Por eso, siempre nos van a decir, “eso no se puede aplicar en Venezuela.”
Venezuela siempre ha tenido precios más altos que los norteamericanos, eso es producto de las mismas restricciones del mercado venezolano. Como nunca hemos tenido un país liberal, las relaciones de mercado están distorsionadas de manera seria por esas mismas regulaciones. Hay quien le echa la culpa a los empresarios especuladores, pero estos son personas que reconocen las oportunidades y las explotan. Las oportunidades surgen de la regulación, por eso los mismos consumidores debemos aliarnos para exigir cada vez menos regulaciones, si lo conseguimos, los precios serían más bajos y nuestros salarios tendrían un mayor poder de compra.
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Doctor en Historia, Magister en Ciencias Económicas, Magister en Historia de Venezuela, Especialista en Economía Empresarial, Economista. Profesor de pregrado y postgrado en la UCV, Profesor Titular de pregrado y postgrado en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales la UCAB Director del Programa de Postgrado en Instituciones Financieras y Coordinador del Programa de Estudios Avanzados en Gerencia Financiera, UCAB. Asesor Financiero y Empresarial. Ha trabajado en InvestAnalisis, S.A., Citibank Mercado de Capitales (Citimerca), Bolsa de Valores de Caracas y Banco Central de Venezuela. Editor del Blog http://temasdefinanzas.blogspot.com