Viajeros van, servicios vienen
Daniel Russo V.- En el artículo “La Industria del Turismo, un viaje con retorno” publicado el día 17 de Julio del presente año, mencionamos la reactivación cercana de todo lo relacionado a ese tema. Ciertamente ha sido más acelerada de lo que pensábamos, aunque con algunos bemoles.
A nivel global existe la necesidad de retomar y avanzar con la actividad comercial, lógicamente todo lo circundante al turismo y muchas otras industrias así lo requiere. Se han llevado a cabo infinidad de acciones para lograrlo, incursiones en nuevos negocios, reinicio de rutas, reactivación de locales que no estaban en funcionamiento y aceleración de canales digitales, entre muchas otras iniciativas.
Según cifras de organismos internacionales, más de la mitad de la población mundial ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra el Covid-19. Gran parte de Latinoamérica están por debajo de esa tasa aún, pero otras zonas con alto grado de influencia en el turismo global lo superan como USA y un buen porcentaje de Europa y Asia.
En las últimas semanas, varios países han levantado prohibiciones de entrada a través de sus fronteras, lo cual influye positivamente en el aumento de los movimientos globales. No solamente de cara a esta temporada navideña sino al siguiente año, esto representa un potencial incremento en los canales comerciales conexos a la industria.
El medio de transporte aéreo ha crecido de manera vertiginosa versus el año pasado. Aerolíneas como Delta (DAL) y United Airlines (UAL), así como muchas de las europeas incluyendo las de bajo costo, han incrementado en grandes proporciones sus números. Seguidamente el transporte marítimo de pasajeros también se ha visto mejorado teniendo como ejemplo a Norwegian Cruises (NCHL) aunque con algo de lentitud, pues según reportes de la industria, apenas la mitad de la capacidad de los cruceros está activa al momento aunque con muy buenas perspectivas para los tiempos venideros. Ciertamente esto no tiene comparación con el transporte de mercancía en donde la capacidad está al máximo, tanto así que estamos atravesando por una crisis de suministros a nivel global.
El transporte terrestre para el turismo interno también se ha beneficiado. Trenes, autobuses y alquileres de autos (Avis-Budget: CAR) entre otros medios, han retomado la ruta del crecimiento. De la misma manera y en conexión con el sector, compañías como Uber (UBER) y Lyft (LYFT) han tenido un resurgimiento interesante no solamente por la reactivación de los aeropuertos, sino por el tráfico en las ciudades producto de la situación.
Otro ramo que ha gozado de los beneficios de este período por el que atravesamos, es el de los servicios de estadía como Airbnb (ABNB) y cadenas de hoteles, sobre todo las de precios razonables. Adicionalmente a esto los sistemas de reservas online como Expedia (EXPE) y Booking (BKNG) entre otros, han visto un repunte en sus operaciones que tal vez no esperaban. Finalmente para mencionar otras industrias conexas que se han reactivado, tenemos todo el consumo masivo con exponentes como las licoreras Diageo (DEO) y Pernod Ricard (RI.PA), alimentos y bebidas entre las que tenemos a Coca-Cola (KO), Mondelez (MDLZ), General Mills (GIS) y muchas más.
Es apropiado para la ocasión mencionar la otra cara de la moneda. Leemos noticias y tenemos la vivencia cercana de los incrementos en los costos de materias primas, limitaciones en las fuentes de energía, costes laborales y de producción subiendo día a día, así como precios globales de la gasolina incrementando de manera abrumadora durante el año.
Todo eso impactará negativamente a la industria o al menos, a nuestros bolsillos. En caso de seguir con ese espiral incremental, cantidad de gente retomando sus rutinas, aumento de incidencia en las compras, reactivación de comercios, canales digitales a reventar, tendremos que estar preparados para un incremento en precios que ya estamos viviendo pero que seguramente será mayor en el corto y mediano plazo. Analistas esperan un año con resultado inflacionario importante a nivel global y un 2022 que no escapará de dicho escenario.
Si lo anterior no sucediera, es decir, que los costos no se trasladen a los precios y sean pagados por los consumidores ocurriría, como de hecho se está evidenciando, que muchos de los servicios se ven afectados en su calidad. Los tiempos de espera están aumentando, la variedad y calidad de la comida se ve mermada, servicios de limpieza y protocolo se reducen, entre muchos otros efectos, todo esto incidiendo negativamente en la satisfacción total de los consumidores y usuarios.
Entonces es válido preguntarse cómo resultará la ecuación. ¿Será favorable como lo ha sido este año o veremos un equilibrio causado por ese impacto inflacionario? Es difícil estimarlo, eso si no sumamos otras variables que hemos vivido durante esta pandemia. Lo cierto es que se percibe una “vuelta a la normalidad”, solamente que muchos somos cautos en decir que las cosas son como antes, veremos nuevas realidades e impactos en nuestras vidas, más allá de esta aparente reactivación.
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Cuenta con más de 25 años de amplia experiencia en compañías multinacionales, publicidad y consultoría. Sus áreas de conocimiento son principalmente Mercadeo, desarrollo comercial y planificación estratégica. Ha desarrollado su carrera en Venezuela, Colombia y Estados Unidos. Es fundador de una consultora creativa, forma parte de grupos de asesores en el área comercial. Ha recibido premios en diferentes áreas, impartido clases de Mercadeo y ha sido invitado en diferentes espacios a compartir sus conocimientos. Estudió Administración en la Universidad Metropolitana, tiene un MBA de la Universidad de Emory y una certificación de Ciencias del Comportamiento de la escuela Wharton.