La actividad económica de Brasil, la mayor potencia de América Latina, registró una leve caída del 0,04% en enero pasado, comparado con diciembre de 2022, según informó este lunes el Banco Central.
El Índice de Actividad Económica (IBC-Br), una medición previa del productor interno bruto, reflejó la desaceleración del tejido productivo del país suramericano, que viene alargándose desde el segundo semestre del año pasado.
No obstante, el indicador presentó una subida del 3,03% en el primer mes de 2023 frente al mismo periodo de 2022, mientras que en los últimos doce meses hasta enero el crecimiento se situó en el 3,00%.
La economía brasileña creció el año pasado un 2,9%, pero para este año se prevé un fuerte frenazo, con una expansión del PIB inferior al 1%, según las proyecciones del mercado financiero.
Ello debido a los impactos derivados de la incertidumbre en el escenario internacional, la alta inflación, a pesar de haberse moderado en los últimos meses, y las elevadas tasas de interés, actualmente en el 13,75% anual, lo que ha llevado a una paralización de la economía y el mercado de trabajo local.
El Gobierno brasileño estima, sin embargo, que el país crecerá un 1,6% en 2023 y confía en mejorar ese porcentaje en los años siguientes, en la medida en que el Banco Central baje la tasa oficial de intereses, que considera que está en un nivel «injustificable» y que perjudica el despegue de la economía.
EFE
