El Gobierno argentino posterga al 1 de febrero de 2024 la actualización de impuestos al gasoil y las naftas (gasolina) sin plomo y virgen que impactan sobre los precios y que debían aplicarse este mes, según publicó este miércoles el Boletín Oficial.
Según la publicación, se establece el congelamiento del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), «un mecanismo por el cual el Estado no aumenta su participación en los impuestos para que la nafta no aumente más«, según explicó el ministro argentino de Economía, Sergio Massa.
«Resignamos recursos del Estado, dejamos de cobrar impuestos a los efectos de que la nafta no aumente más de lo debido», indicó este miércoles en una comparecencia virtual el también candidato oficialista a la Presidencia argentina.
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Massa dio por «superado» el momento crítico vivido este fin de semana por el desabastecimiento en el mercado doméstico gracias a la «garantía» dada por las petroleras, aunque agregó que habrá que estar «atentos» para que, «sobre la base de incrementar un poquito más su ganancia exportando», no perjudiquen al consumidor.
El ministro arremetió de nuevo contra «el sector petrolero», que, pese a los beneficios que percibe para la importaciones y en el tipo de cambio diferencia para exportaciones, «apareció con quiebre de ‘stock’ y que ahora de golpe ha podido lograr el reabastecimiento de todas las estaciones de servicio».
«En las últimas horas escuchamos pedidos de aumento del 40%, del 20%, del 10%, muy por encima de la realidad que un sector de los grandes ganadores de la economía argentina necesitaba a los efectos de seguir invirtiendo», comentó el titular del Palacio de Hacienda, quien insistió en que «eso no puede pasar a costa del bolsillo de los argentinos».
El candidato de Unión por la Patria (peronismo) a la Presidencia argentina indicó que resignará «el cobro de impuestos del Estado nacional» si es necesario «para mejorar la competitividad en precios» y que será firme, si se precisa, «para que no haya abusos en la economía doméstica».
Las principales empresas operadoras de refinerías en Argentina aseguraron este martes que comenzó a normalizarse la provisión de combustibles en el mercado doméstico, que ha sufrido importantes problemas de desabastecimiento en los últimos días.
«Se normaliza el abastecimiento en todo el país», afirmaron en un comunicado conjunto YPF, controlada por el Estado argentino, la estadounidense Axion Energy, la suiza Trafigura y Raizén -asociación entre Shell y Grupo Cosan-, todas con refinerías bajo su control.
Señalaron que se aumentó el ritmo de despacho desde las refinerías e implementó un esquema especial de distribución por camiones que permitió incrementar entre un 10 y un 15% la oferta habitual de combustibles.
Además, ya se sumó el combustible importado aportado por cinco barcos y se prevé el arribo de dos barcos más.
EFE