El producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos avanzó el 1,2% en el tercer trimestre, lo que supone un repunte en el crecimiento, según los datos publicados este jueves por la Oficina de Estadísticas Económicas (BEA), que informó de que el ritmo anual de crecimiento fue del 4,9%.
Con esas cifras la primera economía del mundo deja atrás la desaceleración del segundo trimestre del año, cuando el crecimiento intertrimestral fue de sólo medio punto, a un ritmo anual del 2,1%.
La fortaleza del consumo de los hogares, unida al aumento de las exportaciones y a un mayor gasto en inversión privada y pública empujaron el mayor crecimiento entre julio y septiembre, según los datos publicados este jueves.
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Los datos se conocen a pocos días de que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos celebre una nueva reunión de política monetaria en la que podría decidir una nueva subida de tipos, dado que la economía no muestra síntomas de enfriamiento sino todo lo contrario, y la inflación no termina de bajar en la medida deseada.
Los últimos datos de inflación colocaron esta tasa en el 3,7% en septiembre, la misma que el mes anterior.
Otro dato que demuestra que la economía sigue fuerte es el de la tasa de desempleo, que se mantuvo en septiembre en el 3,8%.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, ya advirtió la semana pasada durante un discurso en Nueva York de que los tipos de interés tendrán que seguir altos porque aún queda camino para que la inflación se coloque en su objetivo del 2%.
Las tasas están ahora en la horquilla del 5,25% y el 5,5%, su máximo nivel desde 2001.
Según la estadística publicada este jueves, el aumento del consumo de los hogares se produjo tanto en bienes como en servicios, y destacan los mayores gastos en servicios de salud o en bienes duraderos como los coches.
También hubo un aumento de la inversión privada, sobre todo en el sector energético y en el comercio minorista.
Las exportaciones aumentaron tanto en el caso de los bienes, empujadas sobre todo por la venta de automóviles y sus componentes, como en los servicios, empujadas por el sector de viajes.
En el caso de las importaciones también subieron las del sector del motor así como los bienes de consumo no duradero, mientras que hubo un aumento de las compras al exterior para el sector del transporte.
La BEA registró asimismo un aumento del gasto público, sobre todo en los gobiernos estatales y locales. También aumentó el federal, en este caso tanto en defensa como en otros apartados.
EFE