La desigualdad en la salud reproductiva se refleja en un mayor número de muertes de las madres más pobres o marginadas

ONU
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Si bien se han producido avances en la salud sexual y reproductiva, que se convirtió en una prioridad mundial hace tres décadas, el mundo no ha progresado en salvar a las mujeres de muertes evitables en el embarazo y el parto. Según un informe, las mujeres africanas tienen 130 veces más probabilidades de morir por complicaciones en el embarazo o el parto que las de Europa y Norteamérica.

 

En un nuevo informe publicado este miércoles, el (UNFPA), la agencia para la salud sexual y reproductiva de la ONU, revela una grave desigualdad entre los distintos países ya que más de la mitad de las muertes maternas, un 62%, se producen en países que se encuentran en estado de crisis o de conflicto.

Igualmente el documento Vidas entrelazadas, hilos de esperanza destaca el papel que desempeñan el racismo, el sexismo y otras formas de discriminación en el bloqueo de los avances en materia de salud sexual y reproductiva.

Las mujeres y niñas atrapadas en la pobreza tienen más probabilidades de morir prematuramente por la insuficiente atención sanitaria si pertenecen a grupos minoritarios o están atrapadas en un entorno de conflicto, según el informe.

«En cuestiones de salud sexual y reproductiva, la triste realidad es que, en lugar de trabajar todos juntos, existe una especie de diálogo polarizado, una actitud divisoria y, en cierto modo, una actitud de ‘ciudadanos de segunda clase’ en lo que respecta a los derechos de las mujeres y las niñas», declaró Natalia Kanem, directora ejecutiva del , en una entrevista concedida a Noticias ONU.

Por otra parte, Kanem también declaro: «En el espacio de una generación, hemos reducido la tasa de embarazos no deseados en casi una quinta parte, hemos disminuido la tasa de mortalidad materna en un tercio y hemos conseguido leyes contra la violencia doméstica en más de 160 países».

Progresos estancados

Dichos avances se están estancando en varias áreas clave. En un mundo en el que una cuarta parte de las mujeres no puede decir no a las relaciones sexuales con su pareja y casi una de cada 10 no tiene voz ni voto en materia de anticoncepción, 800 mujeres mueren cada día dando a luz, una cifra preocupante que no ha variado desde 2016. Casi 500 de esas muertes evitables al día se producen en países que viven crisis humanitarias y conflictos.

«El mundo avanzó cero en salvar a las mujeres de muertes evitables en el embarazo y el parto», dijo Kanem, y agregó que, por primera vez, se recopilaron datos sobre si la autonomía corporal de las mujeres se está fortaleciendo con el tiempo.

En el 40% de los países en los que se dispone de información, la autonomía se está debilitando debido a la incapacidad de llegar a «las más rezagadas», añadió.

Existe una clara disparidad entre el Norte y el Sur, el Oeste y el Este del mundo, en lo que respecta a los anticonceptivos, los servicios de parto seguro, la atención respetuosa a la maternidad y otros servicios esenciales, según documenta el informe.

Focos de desigualdad

Sin embargo, incluso dentro de estas regiones existen ««, subraya el informe. Las mujeres afrodescendientes de las Américas se enfrentan a tasas de mortalidad materna más elevadas que las mujeres blancas, lo que es especialmente evidente en Estados Unidos, donde triplica la media nacional.

Las minorías indígenas y étnicas también se enfrentan a elevados riesgos relacionados con el embarazo y el parto.

En Europa, en Albania, por ejemplo, más del 90% de las mujeres romaníes de los grupos socioeconómicos más marginados tenían graves problemas para acceder a la atención sanitaria, frente a sólo el 5% de las mujeres de etnia albanesa de los estratos más privilegiados.

Además, las mujeres con discapacidad tienen hasta diez veces más probabilidades de sufrir violencia de género, y las personas de diversa orientación sexual y expresión de género se enfrentan a importantes actos de violencia y obstáculos para recibir atención.

El derecho reproductivo es de todos

El informe destaca la importancia de adaptar los programas a las necesidades de las comunidades y de capacitar a las mujeres y las niñas para que elaboren y apliquen soluciones innovadoras.

Asimismo, calcula que, si se invirtieran 79.000 millones de dólares adicionales en países de renta baja y media de aquí a 2030, se podrían evitar 400 millones de embarazos no deseados, salvar un millón de vidas y generar 660.000 millones de dólares en beneficios económicos.

«Las mujeres son la mitad de la sociedad y las mujeres están dando un paso al frente para reclamar todos sus derechos. Creemos que la capacidad de la sociedad humana para prosperar depende realmente de quién es vulnerable«, declaró Kanem a Noticias ONU.

La capacidad de garantizar los derechos en materia de salud reproductiva, en opinión de la Directora Ejecutiva, es otro reto importante.

«De hecho, es responsabilidad de los hombres defender los derechos reproductivos de las mujeres, los derechos reproductivos de todos», afirmó Kanem.

 

Fuente: ONU