La inteligencia artificial ya no es una promesa del futuro: es una fuerza transformadora que está reconfigurando el mercado laboral europeo a una velocidad vertiginosa. Así lo demuestra un reciente informe del portal de empleo Indeed, que documenta un incremento exponencial de ofertas laborales vinculadas a la IA generativa (GenAI) en varias economías del continente.
Según Indeed, Irlanda encabeza el fenómeno: el 3,3% de todas las ofertas de empleo en el país mencionan herramientas o competencias relacionadas con GenAI. Le siguen Reino Unido, Francia y Alemania, donde el crecimiento también ha sido notable en los últimos dos años.
Este auge refleja tanto la acelerada adopción de tecnologías de automatización e inteligencia artificial como el intento de las empresas por posicionarse como innovadoras ante una competencia global feroz. Las menciones más frecuentes incluyen plataformas como ChatGPT, Bard, DALL·E o Claude, pero también se buscan habilidades asociadas a su uso y supervisión.
“Estamos viendo una auténtica explosión de demanda de talento que pueda aplicar GenAI en contextos reales de negocio”, explicó a Euronews Pawel Adrjan, director de Investigación Económica de Indeed.
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¿Boom sostenible o moda pasajera?
Aunque el aumento en la demanda es innegable, muchos analistas advierten que no todas las ofertas laborales reflejan necesidades técnicas profundas. En algunos casos, incluir “IA” o “ChatGPT” en una descripción puede ser tan solo un adorno retórico para mostrar modernidad.
Aun así, el impacto es real. Desde desarrolladores especializados hasta profesionales del marketing y analistas de datos, los perfiles híbridos que combinan conocimiento técnico con visión de negocio están en el centro de esta transformación.
Una oportunidad… con riesgos
El auge de la IA no es exclusivamente positivo. En países como España, estudios recientes del Instituto Randstad advierten que hasta 400.000 empleos podrían estar en riesgo en los próximos años si no se implementan políticas de reconversión laboral eficaces. Especialmente amenazados están los trabajos administrativos, de atención al cliente y traducción, altamente automatizables con IA generativa.
El Banco Central Europeo, por su parte, ha advertido que la mejora de productividad provocada por estas tecnologías podría conducir a tipos de interés neutros más altos, redefiniendo el equilibrio macroeconómico del continente.
La Comisión Europea ha lanzado una ambiciosa estrategia para no quedarse atrás. Entre otras iniciativas, se ha propuesto movilizar 200.000 millones de euros bajo el plan “InvestAI”, de los cuales 20.000 millones se destinarán a infraestructura clave, como centros de datos y superordenadores.
Además, el Reglamento de Inteligencia Artificial, aprobado en marzo de 2024, establece un marco legal para el uso ético y seguro de estas herramientas, especialmente en sectores de alto riesgo.
El desafío: inclusión y formación
El auge de la IA es también una prueba para los sistemas educativos y de formación profesional. Si Europa quiere aprovechar esta ola, deberá garantizar que la capacitación en competencias digitales llegue más allá de las grandes urbes y sectores tecnológicos.
El informe de Indeed no solo muestra un cambio en las vacantes: revela el inicio de una nueva era laboral que exigirá una reinvención de los modelos productivos, educativos y regulatorios del continente.