Raúl Sanz: En 2023 la industria aseguradora cobrará en primas alrededor de US$ 900 millones

Raul Sanz
El presidente de Real Seguros indicó que el 72% de la prima que ingresa al mercado asegurador está relacionado con productos de Hospitalización, Cirugía y Maternidad (HCM) colectivos e individuales. Foto: Real Seguros

El mercado de seguros en Venezuela se ha visto inmerso en una compleja situación en los últimos años a consecuencia del decrecimiento en la actividad económica en el país, lo cual generó una contracción en primas cercana al 95%.

Por Juan Carlos Pérez M./Finanzas Digital

Adicionalmente, la pandemia del COVID-19 generó pérdidas calculadas en US$ 200 millones al sector.

En ese sentido, con la finalidad de analizar el desenvolvimiento de este mercado en el país, Finanzas Digital conversó con Raúl Sanz Arcaya, presidente de Real Seguros, quien detalló el panorama actual y las perspectivas de este sector de cara al futuro.

En 2023 se estima que la industria aseguradora cobrará en primas alrededor de US$ 900 millones, en años anteriores este mercado representaba cerca de US$ 8.000 millones, lo que, a juicio de Sanz, está determinado por varios factores.

“El sector industrial ya no produce como antes, además, la caída del consumo y la diáspora, son factores que han provocado que hasta las industrias básicas como PDVSA y Pequiven hayan tenido inconvenientes para colocar sus programas de seguros, y es por ello que las recientes cifras del mercado asegurador serán difíciles de levantar”, explica.

Si bien es cierto que en los últimos dos años la industria aseguradora nacional ha crecido, Sanz destaca que se reflejan niveles muy bajos y se encuentra lejos de alcanzar un volumen para que pueda producir buenos resultados.

Productos más demandados

Según el presidente de Real Seguros, el 72% de la prima que ingresa al mercado asegurador está relacionado con productos de Hospitalización, Cirugía y Maternidad (HCM) colectivos e individuales, en el primer caso, se trata de pólizas que ofrecen algunas compañías a sus trabajadores y sus familiares y, en segundo lugar, los servicios de HCM representan una mayor proporción con respecto a los primeros productos ofertados.

“Ahí es donde está el enfoque que solicita el venezolano y las industrias, no obstante, el ramo automotriz está muy deprimido, solo el 6% corresponde a productos de automóviles, en posibles siniestros como incendios y terremotos otro 6% y el resto lo abarca pólizas de accidentes personales y funerarias”, precisa.

Perspectivas para 2023

El mercado asegurador ha reflejado pérdidas importantes a lo largo de los últimos años ocasionadas por el COVID-19, y según Sanz, se ha documentado en el ámbito internacional que las pandemias no están cubiertas por pólizas de seguro, sin embargo, en Venezuela las compañías aportaron US$ 200 millones en indemnizaciones a sus asegurados.

“En cuanto a los estados financieros, puede observarse que la situación del mercado está comprometida y a esto se le ha sumado el aumento en los costos de clínicas, médicos, servicios de proveedores de salud e impuestos y ante esta situación, lo primero es tratar de estabilizar el mercado para que podamos ver resultados técnicos que no generen pérdidas”, señala Sanz, al tiempo que destaca que, si se mantiene asegurado solo el 5% de los venezolanos, las compañías deben ser más creativas para ofrecer productos y servicios destinados al otro 95% de la población.

Añade el economista que para cambiar la realidad del sector se deben optimizar las relaciones entre las compañías, clínicas, personal médico y proveedores, para que los asegurados obtengan un mejor servicio y la población pueda confiar más en los servicios que prestan.

Relaciones con el ente regulador

A juicio de Sanz, en los últimos tres años el mercado asegurador ha percibido una mejoría notable por parte de la Superintendencia de la Actividad Aseguradora (Sudeaseg), en cuanto a los tiempos de respuesta referidos a las aprobaciones y otras actividades que le corresponden como regulador del sector.

“Esto nos alegra mucho porque si el regulador no es dinámico todo se detiene, hemos visto mucha fluidez para trabajar con la Sudeaseg, ellos están abiertos a recibir propuestas siempre en el ámbito legal y pareciera que las compañías podemos desarrollar un mejor servicio para los venezolanos”, destaca.

Reforzar la comunicación

Finalmente, Sanz considera que aún existen muchos proyectos pendientes por desarrollar en la industria aseguradora, y ante la realidad del país, las compañías deben hacer un esfuerzo para comunicarse con los venezolanos.

“Tenemos que decir las cosas buenas que hacemos, pareciera que eso queda rezagado y en las redes sociales solo se refleja lo negativo y, vale resaltar que, en 2022, se pagaron cerca de US$ 370 millones por siniestros, mientras que, en la tragedia de Las Tejerías, las compañías aportaron US$ 8,5 millones, por lo que debemos dar un paso adelante para ofrecer productos y servicios acordes a las capacidades de pago de los usuarios y la realidad del país”, comenta.

Sostiene Sanz que la comunicación del sector asegurador con los clientes es fundamental, por lo que explica que una póliza de servicios funerarios, según el monto asegurado, puede costar entre 10 y 40 dólares al año, y puede pagarse de manera fraccionada en cuotas mensuales o trimestrales, unos costos que, a su juicio, muchas personas desconocen.

“El mercado asegurador no ha podido conectar con la gente y debemos hacer un esfuerzo para llegar a la mayor cantidad posible de venezolanos”, concluye.