La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, alertó este miércoles de que hay un impacto económico «visible» en los países vecinos de Israel por la guerra en la Franja de Gaza, un nuevo conflicto que está creando «más nerviosismo en un mundo que ya padece ansiedad».
«Si miramos a los países vecinos -Egipto, Líbano y Jordania- los canales de impacto son ya visibles», afirmó la directora del FMI durante la segunda jornada del «Future Investment Initiative» (FII), foro conocido como el ‘Davos del Desierto’ que se celebra estos días en Arabia Saudí.
Georgieva señaló que los países vecinos de Israel son muy dependientes del turismo y que el momento de «incertidumbre» actual está afectando ya al flujo de visitantes, puesto que varias embajadas han alertado de los peligros de viajar a la región.
Asimismo, «los inversores van a dudar» a la hora de hacer negocios, mientras que el coste de los seguros «va a subir», además de que existe el riesgo de «más refugiados en países que ya acogen a muchos» desplazados externos por los diferentes conflictos en Oriente Medio de las últimas décadas.
«Lo que vemos es más nerviosismo en un mundo que ya padece ansiedad. Y en un horizonte que ya tiene demasiadas nubes, una más y se puede caer más profundo», advirtió Georgieva.
Añadió que el FMI está «principalmente preocupado» por las consecuencias humanitarias y la destrucción de esta nueva guerra, pero también por la «reducción de la actividad económica», que traerá consigo «consecuencias a largo plazo».
«Los niños que hoy no pueden ir a la escuela no tendrán habilidades para mañana», lamentó la economista.
Tensiones políticas
En un mundo de crecientes «tensiones geopolíticas», Georgieva subrayó que el FMI es capaz de convertirse en un «pilar más fuerte» para apoyar a las economías y, sobre todo, para mejorar su capacidad de prevención ante las crisis al ser «más barato que curar».
«Acabamos de rediseñar nuestra capacidad de precaución para poder ayudar a los países a que caigan en una crisis», aseguró la directiva.
En este sentido, advirtió que «lo que está pasando en Oriente Medio está pasando en un momento de crecimiento lento, altas tasas de interés y de un aumento del costo del servicio de la deuda», debido a la pandemia del coronavirus, la invasión rusa de Ucrania y, ahora, de la guerra en Gaza.
Preguntada sobre si el sistema mundial está sobrecargado con crisis a las que ya no puede hacer frente, Georgieva respondió: «Esto es lo que me hace perder el sueño. Estamos en un mundo de cada vez más frecuentes y devastadores impactos exógenos».
Para hacer frente a la incertidumbre, la directora del FMI apeló a «la solidaridad, para superar las tendencias infantiles de apuntar con el dedo en un mundo en el que necesita que nos demos la mano».
«El problema es que este no va a ser el último shock, no sé de dónde vendrá pero sé que llegará», alertó Georgieva, que apuntó que la economía mundial también está amenazada por el cambio climático, la interdependencia económica y «peligrosas divergencias» financieras entre los países.
EFE