El Gobierno chileno presentó su nueva propuesta de pacto fiscal tras meses de diálogos con empresarios, organizaciones sociales y oposición y anunció que los primeros de los ocho proyectos de ley que incluye el pacto serán presentados en el Parlamento en enero.
El denominado ‘Pacto por el Crecimiento Económico, Progreso Social y la Responsabilidad Fiscal’ busca recaudar el 2,7% del producto interior bruto (PIB) en seis años, lo que equivale a cerca de 8.000 millones de dólares.
Lo recaudado se destinará a subir las pensiones (1,2%) mejorar el sistema público de salud (0,9%), afrontar la crisis de seguridad (0,3%) y mejorar los sistemas de protección social (0,3%).
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El ministro de Hacienda, Mario Marcel, anunció en una comparecencia junto a otros ministros del Gabinete del presidente Gabriel Boric que en enero se presentarán cuatro proyectos de ley destinados a reactivar el crecimiento económico y que en marzo será el turno de la reforma del impuesto de la renta, que es la que despierta más resistencia entre la oposición.
«El pacto fiscal es el ejercicio más comprehensivo de articulación de una agenda de reformas fiscales, económicas e institucionales en muchos años», apuntó Marcel.
La Cámara de Diputados y Diputadas de Chile rechazó el pasado marzo una ambiciosa reforma tributaria que buscaba recaudar el 3,6% del PIB en cuatro años, lo que supuso un duro golpe para el Gobierno y le llevó a organizar rondas de negociaciones con distintos sectores para replantear el pacto fiscal.
La ministra de Trabajo, Jeannete Jara, dijo en al misma rueda de prensa que «los beneficios que se obtengan de la aprobación de los proyectos de cumplimiento tributario y de las otras medidas contenidas en el pacto fiscal nos van a permitir elevar la pensión mínima garantizada, de 206.000 pesos a 250.000 pesos (cerca de 284 dólares)», indicó.
Según datos del Servicio de Impuestos Internos (SII), entre 2018 y 2020, se calcula un incumplimiento promedio del 18,4% para el IVA y del 51,4% para el impuesto corporativo.
Organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) han expresado en los últimos tiempos la necesidad de que Chile lleve a cabo una reforma tributaria porque su recaudación es baja.
En 2020, la recaudación supuso el 19,3% del PIB, según la OCDE, muy por debajo del promedio en Latinoamérica (21,9%) y de este propio organismo (33,5 %).
EFE
