El rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense descendió tras una sólida subasta de deuda a 20 años este lunes, que sugirió que el mercado todavía anticipa que la inflación se desacelerará y que la Reserva Federal recortará las tasas de interés alrededor de junio del próximo año.
El Tesoro vendió bonos a 20 años a una tasa máxima del 4,780%, o menos que el rendimiento aproximado del 4,810% al que cotizaba el mercado media hora antes de la subasta.
«La subasta a 20 años definitivamente encontró una oferta bastante sólida, especialmente después de que la venta a 30 años salió tan mal hace un par de semanas», dijo Ben Jeffery, estratega de tasas de BMO Capital Markets en Nueva York, refiriéndose a la venta de bonos a 30 años el 9 de noviembre que los analistas describieron como «terribles» y «fea».
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Se mantienen las preocupaciones con respecto a la oferta agregada de bonos del Tesoro y lo que significa una mayor emisión neta para el nivel de las tasas de interés, agregó Jeffery. El Tesoro vendió en total 159.000 millones de dólares en deuda el lunes y planea subastar otros 90.000 millones de dólares el martes.
«Estamos empezando a ver algunas señales más fuertes de demanda por duración y el aplanamiento alcista de la curva (de rendimiento) resuena con esa reacción», dijo Jeffery.
Un aplanamiento alcista ocurre cuando las tasas de interés a largo plazo caen más rápido que de corto plazo y aplanan la curva de rendimiento, lo que se considera una señal alcista tanto para el mercado bursátil como para la economía.
El rendimiento de los bonos a 10 años cayó 1,5 puntos básicos al 4,426%, camino al cierre más bajo desde el 20 de septiembre, mientras que el de la deuda a dos años, que refleja las expectativas de tasas de interés, subió 1 punto básico a 4,917%.
El precio de los bonos, que se mueven de manera inversa a los retornos, se ha disparado desde que el rendimiento de los papeles a 10 años tocara a fines de octubre un pico de 16 años, al 5,021%, tras la advertencia del presidente de la Fed, Jerome Powell, de que la sólida economía estadounidense podría justificar condiciones financieras más restrictivas para frenar la inflación.
Desde entonces, los datos han mostrado una desaceleración del ritmo de inflación y los rendimientos de los bonos han caído.
El diferencial entre el retorno de las notas a dos y 10 años, considerado un presagio de recesión cuando el extremo más corto de la curva es más alto que el de mayor duración -lo que se conoce como estar invertido-, operaba en -449,4 puntos básicos.
Reuters
