Tesla se unió este jueves a General Motors y Ford y expresó cautela sobre la expansión de la capacidad de producción de vehículos eléctricos (VE), debido a las incertidumbres económicas y el temor a una desaceleración de la demanda.
El presidente ejecutivo de Tesla, Elon Musk, dijo que le preocupa que el aumento del costo de los préstamos impida a los clientes permitirse sus autos, pese a las importantes rebajas de precios, y que esperará a que se aclare la situación económica antes de instalar una fábrica en México.
«La gente duda a la hora de comprar un auto nuevo si hay incertidumbre en la economía», dijo Musk en una conferencia telefónica posterior a la presentación de resultados, en la que también habló de las presiones que sufren los trabajadores estadounidenses. «No quiero ir a toda máquina hacia la incertidumbre».
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Los comentarios de Musk se conocen tras las señales de alarma de otras automotrices y nuevas empresas de VE. Las acciones de Tesla caían un 7% antes de la apertura de los mercados, al igual que las de otros fabricantes de VE.
GM dijo el martes que retrasaría un año la producción de las camionetas eléctricas Chevrolet Silverado y GMC Sierra en una planta de Michigan, por el estancamiento de la demanda por vehículos eléctricos.
Ford, su par de Detroit, dijo la semana pasada que reduciría temporalmente uno de los tres turnos de la planta que fabrica su camioneta eléctrica F-150 Lightning. En julio, la firma ralentizó el crecimiento de sus VE y destinó la inversión a autos comerciales e híbridos.
Las acciones de las nuevas empresas de VE Lucid y Rivian también caían en las operaciones previas a la apertura de los mercados, más de un 2% cada una.
Lucid informó el martes de un desplome de casi el 30% de la producción del tercer trimestre y sólo un aumento marginal de las entregas pese a los grandes descuentos, lo que elevó la preocupación por la demanda de su sedán de lujo Air.
Rivian, que fabrica camionetas eléctricas y vehículos utilitarios deportivos (SUV), también decepcionó a los inversores este mes cuando se abstuvo de elevar su previsión de producción para todo el año pese a unas cifras del tercer trimestre mejores de lo esperado.
«Esto pone de manifiesto que podría haber una ralentización de la demanda de vehículos eléctricos en el corto plazo», dijo Tom Narayan, analista de RBC Capital Markets. «Pero tiene más que ver con los precios y la asequibilidad que con un rechazo a los VE».
Narayan dijo que espera que se trate de un «bajón» que mejore a medida que caigan los precios y estén disponibles modelos más baratos.
Reuters