El Banco Central Europeo (BCE) decidió este jueves subir sus tasas de interés por décima vez consecutiva, en un cuarto de punto porcentual, hasta el 4,5%, para frenar la inflación de la zona del euro y pese al estancamiento de la economía.
Tras la reunión del Consejo de Gobierno, el BCE informó de que también incrementa en 25 puntos básicos la facilidad de crédito, a la que presta a los bancos a un día, hasta el 4,75%, y la facilidad de depósito, a la que remunera el exceso de reservas a un día, hasta el 4% a partir del 20 de septiembre.
«La inflación continúa descendiendo, pero aún se espera que siga siendo demasiado alta durante demasiado tiempo. El Consejo de Gobierno tiene la determinación de asegurar que la inflación vuelva a situarse pronto en su objetivo del 2% a medio plazo«, añadió el BCE en un comunicado.
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El BCE considera que sus tipos de interés han alcanzado niveles que, mantenidos durante un período suficientemente largo, contribuirán de forma sustancial al pronto retorno de la inflación al objetivo.
Además, el BCE dice que tomará las próximas decisiones sobre el precio del dinero según sean los datos económicos, para determinar el nivel de restricción y su duración apropiados.
EL BCE REVISA AL ALZA LAS PREVISIONES DE INFLACIÓN
La subida de tasas acordada hoy se basa en la revisión al alza de las previsiones de inflación para este año y para el 2024.
Las nuevas proyecciones macroeconómicas elaboradas por los expertos del BCE para la zona del euro de septiembre prevén una inflación media del 5,6% en 2023 (frente al 5,4% previsto el pasado junio), del 3,2% en 2024 (3%) y del 2,1% en 2025 (2,2%).
Esto supone una revisión al alza para 2023 y 2024 y a la baja para 2025, añade la entidad monetaria al explicar por qué ha subido de nuevo sus tasas de interés y no ha realizado una pausa.
La revisión al alza para 2023 y 2024 refleja principalmente una subida de los precios de la energía.
Además, la inflación subyacente continúa siendo intensa, pese a que la mayoría de los indicadores han comenzado a moderarse.
Los expertos del BCE han revisado ligeramente a la baja la senda proyectada de la inflación excluidos la energía y los alimentos, hasta una media del 5,1% en 2023, del 2,9% en 2024 y del 2,2% en 2025.
EL BCE REVISA A LA BAJA LAS PREVISIONES DE CRECIMIENTO
El BCE observa que las anteriores subidas de las tasas de interés se transmiten con fuerza y que las condiciones de financiación han vuelto a endurecerse y frenan cada vez más la demanda, lo que es un factor importante para que la inflación vuelva al objetivo.
Dado el impacto de las subidas de los tipos de interés sobre la demanda interna y el debilitamiento del comercio internacional, los expertos del BCE han rebajado significativamente sus proyecciones de crecimiento económico.
Ahora esperan que la economía de la zona del euro crezca un 0,7% en 2023 (0,9% previsto en junio), un 1,0% en 2024 (1,5%) y un 1,5% en 2025 (1,6%).
EFE