Los bonos venezolanos caían el lunes después de que el presidente Nicolás Maduro fuera declarado ganador en unas elecciones que la oposición prometió impugnar, aumentando la tensión en la nación sudamericana.
Los bonos soberanos con vencimiento en 2034 cedían 1,8 centavos para cotizar a alrededor de 21 centavos de dólar, según datos indicativos de precios recopilados por Bloomberg. Los títulos emitidos por la estatal Petróleos de Venezuela SA también operaban en baja; sus bonos con vencimiento en 2026 descendían 2 centavos a alrededor de 12 centavos de dólar.
El Consejo Nacional Electoral anunció a última hora del domingo que Maduro obtuvo el 51,2% de los votos, mientras que el candidato opositor Edmundo González logró un 44,2%. La oposición no reconoció el resultado, afirmando que González estaba muy por delante en los datos parciales de votos a los que tuvo acceso e hizo un llamado a las Fuerzas Armadas a hacer cumplir lo que dijo que era la voluntad del pueblo.
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Estados Unidos, que aplicó sanciones a Maduro y a varios funcionarios venezolanos, no tardó en expresar dudas sobre el recuento oficial. Algunos gobiernos de izquierda de América Latina también se abstuvieron de respaldar los resultados: el chileno Gabriel Boric dijo que “eran difíciles de creer” y el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Luis Gilberto Murillo, solicitó un recuento total de votos para “disipar cualquier duda”.
“Es probable que esta situación esté lejos de resolverse”, señaló en una nota el lunes Ricardo Penfold, director ejecutivo de Seaport Global, y agregó que se espera que tanto Estados Unidos como la Unión Europea amenacen con sanciones adicionales. “Se necesitan señales claras de que la UE y Estados Unidos aceptan los resultados de las elecciones o bien se está llevando a cabo un proceso de negociación”.
Los mercados esperaban ampliamente que Maduro se mantuviera en el poder, descontando una probabilidad de alrededor del 30% de un triunfo de la oposición en el período previo a la votación, según estimaciones de Barclays. Pero la existencia de pruebas importantes de fraude ejercería presión sobre los bonos, ya que un resultado disputado que potencialmente perpetúe o empeore las sanciones contra el gobierno de Maduro hace que un proceso de reestructuración de deuda largamente esperado parezca aún más lejano.
La incertidumbre en torno a las elecciones —apenas unos días antes de la votación, algunos analistas todavía especulaban si Maduro presionaría para que se pospusieran los comicios— ha ayudado a mantener los precios de la deuda en default estancados en niveles distressed. La mayoría de los títulos emitidos por el gobierno y la petrolera PDVSA se negocian por debajo de los 20 centavos de dólar a pesar de que en abril fueron reponderados en los índices de JPMorgan Chase & Co.
Maduro asumirá un tercer mandato presidencial de seis años en enero, después de más de una década en el poder. Su gobierno negoció con la oposición y la administración Biden las condiciones para garantizar una votación justa. No está claro si los resultados de las elecciones y las acusaciones de Machado dificultarán las relaciones con Estados Unidos en el futuro.
“Con todo, se espera un episodio de volatilidad a corto plazo en los precios de los bonos”, dijeron el lunes en una nota los analistas de BancTrust & Co. liderados por Ramiro Blázquez. “La legitimidad de Nicolás Maduro ha sido puesta en tela de juicio, tanto interna como externamente”.