¿Cuál alivio tributario a las familias del país?

Camilo LondonCamilo London.- En el Decreto 4420 del 18 de enero el 2021 que se publica en la Gaceta Oficial 42.049 de la misma fecha, el Ejecutivo Nacional acuerda un “beneficio fiscal” en materia de Impuesto Sobre la Renta a las personas naturales residentes en el país, que aplicaría parcialmente a la renta neta de fuente territorial que estos hubieren percibido en el ejercicio fiscal de 2020.

Se alude en el edicto a la necesidad del mejoramiento y promoción de la eficiencia de la gestión fiscal del sector público, sin afectar el ingreso de los asalariados y asalariadas y al deber del Ejecutivo Nacional de implementar medidas que permitan mitigar el impacto económico de la pandemia del COVID-19 en la población venezolana.

Para el logro de estos fines el Ejecutivo Nacional dispone que las personas naturales residentes en el país deberán pagar el Impuesto sobre la Renta solo por los enriquecimientos netos gravables de fuente territorial obtenidos durante el ejercicio fiscal 2020, que superen las 5.000 Unidades Tributarias que equivalen a solo Bs. 7.500.000 dado que el valor de la Unidad Tributaria es de Bs. 1.500.

El Decreto 4420 aplicará tanto a personas que sean asalariadas, como a quienes realicen actividades de forma independiente.

Por ejemplo, una persona asalariada, que haya recibido en promedio el equivalente de entre 20 y 30 dólares mensuales en el año 2020, habría acumulado cerca de Bs. 100.000.000 de enriquecimiento neto. En este caso el contribuyente deberá parar ISLR sobre Bs. 92.500.000 una vez restado el importe de la exoneración parcial a la base imponible del tributo de Bs. 7.500.000.

Así, esta persona que apenas tiene un ingreso para subsistir con un ingreso que es inferior a la canasta alimentaria, recibiría un beneficio fiscal neto con una reducción de impuesto de solo Bs. 2.550.000 que es el resultado de aplicar la tarifa progresiva de 34% de ISLR sobre la base imponible exonerada.

El beneficio fiscal para mitigar el COVID-19 que estaría otorgando el Estado Venezolano  por vía de una exoneración de ISLR sería alrededor de 1,4 Dólares por contribuyente, considerando la última tasa publicada por el BCV como referencia del mercado de las mesas de cambio. El alivio fiscal  otorgado a las familias venezolanas para mitigar los efectos del COVID-19 alcanzaría para comprar apenas una botella de dos litros de una bebida gaseosa y media canilla de pan.

Pero este monto dolarizado representará mucho menos para el 31 de marzo cuando vence el plazo ordinario de declaración y pago del tributo por efectos de la constante devaluación del bolívar.

La medida de supuesto alivio fiscal es claramente insuficiente y poco o nada ayuda a los residentes en Venezuela que deben pagar un ISLR con una de las tasas nominales más altas por efectos de la subvaloración de la Unidad Tributaria que desfiguró desde el año 2007 la progresividad de la tarifa del tributo y coloca en el rango nominal cercano al 34% de impuesto sobre la renta a una persona con escasos ingresos.

Resulta incomprensible que los asesores del Ejecutivo que propusieron o dieron forma al Decreto 4420 no hayan notado lo vacuo del mismo, pero igualmente resulta alarmante que ni el Ejecutivo, ni alguno de los tantos Ministros que refrendaron el mismo conforme se muestra en el texto publicado en la Gaceta Oficial, no hayan visto lo insignificante e inútil de un beneficio fiscal en ese rango.

Comenté en un foro digital al que fui invitado a hablar junto a otros especialistas sobre este tema, que el beneficio fiscal establecido en el Decreto 4420 no vale el papel donde se imprimió. Y ello es una forma gráfica de advertir sobre la imperiosa necesidad de una gestión pública menos errática, que atienda a la realidad del padecimiento de muchas familias en el país que requieren de medidas coherentes en momentos de tanta dificultad.

 

@SoyCamiloLondon

 



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