Demanda de gas se estancará en 2023: bajón del 7% en Europa compensado por China

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Foto: Pixabay

La demanda global de gas, que se redujo un 1,5% en 2022 por el efecto de la crisis generada con la invasión rusa de Ucrania, sobre todo en el mercado europeo, se mantendrá estancada en 2023, con una nueva caída del 7% en el Viejo Continente que será compensada por la recuperación de China.

En su informe anual sobre el mercado del gas publicado este lunes, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) subraya que la situación va a continuar tensa este año y no descarta que vuelva la volatilidad de los precios, que se han moderado mucho en los últimos meses.

Porque aunque las reservas se puedan llenar al 95% en la Unión Europea (UE) al comienzo de la temporada de calefacción, eso no es una garantía para que haya un encarecimiento del gas si el invierno es frío y hay un cierre total de los gasoductos que llegan de Rusia, dice el documento.

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A escala global, el problema es que el aumento de la oferta de gas natural licuado (GNL), el que se transporta por barco (entre 20.000 y 25.000 millones de metros cúbicos adicionales), no será suficiente para cubrir el esperado recorte del flujo de gas ruso por gasoducto, que los autores estiman de unos 40.000 millones de metros cúbicos.

La bajada del consumo mundial de gas en 2022, que es comparable a la de 2009, cuando se hacían sentir plenamente los efectos de la crisis financiera, ha tenido continuidad en el primer trimestre de 2023 en Europa, con una nueva disminución de más del 10% (unos 30.000 millones de metros cúbicos).

Renovables en lugar de gas para generar electricidad en Europa

El grueso de este nuevo recorte (un 70% del total) se debió a una menor utilización de gas para generar electricidad, reemplazado esencialmente por nuevas instalaciones de renovables.

Y eso en un contexto en que las llegadas de gas ruso por gasoducto dieron un bajón del 75% (unos 36.000 millones de metros cúbicos menos), mientras los flujos de GNL aumentaron sólo un 3% (unos 9.000 millones de metros cúbicos).

Pese a todo, y gracias según la AIE a la acción política, a la eficiencia de las fuerzas del mercado y a unas condiciones meteorológicas favorables, los precios del gas en Asia y en Europa se abarataron en torno al 50% en ese primer trimestre respecto al mismo periodo de 2022, cuando estaban por las nubes.

Explica que esa caída no ha evitado que los precios siguieran estando muy por encima de los que había de media en el periodo de 2016 a 2020 (un 140% en Asia y un 180% en Europa).

China, motor del crecimiento

China, que con la caída de su demanda en 2022 -la primera del gigante asiático en cuatro décadas- permitió limitar los daños del aumento de la tensión del mercado en Europa, va a volver a crecer este año un 6%.

Eso se hará mediante un alza de cerca del 15% de sus importaciones de GNL, que sin embargo seguirán estando por debajo de los volúmenes récord alcanzados en 2021.

En el caso de Norteamérica, la demanda ha bajado ligeramente en la primera mitad de este año (un 0,6%, equivalente a cerca de 5.000 millones de metros cúbicos) cuando la oferta subía con fuerza, lo que ha propiciado un descenso vertiginoso de los precios del 60% en ritmo interanual.

Para el año próximo, la AIE calcula que el consumo mundial de gas progresará un 2% gracias a una expansión económica, y siempre que las condiciones meteorológicas en el hemisferio norte estén en torno a la media.

La región Asia-Pacífico será responsable del 80% de esa nueva demanda. Europa tendrá un tímido incremento del 1,5%, pero se mantendrá a unos niveles claramente por debajo de la situación anterior a la crisis.

EFE