La economía mundial está recuperándose en la actualidad de la pandemia de la COVID-19 y ha demostrado una «resiliencia notable», aunque esa mejora aún es lenta y dispar entre países, afirmó este jueves la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, en Costa de Marfil.
«La economía mundial ha demostrado una resiliencia notable, y el primer semestre de 2023 ha traído algunas buenas noticias, en gran parte debido a una demanda de servicios mayor de lo esperado y a avances tangibles en la lucha contra la inflación», aseguró Georgieva en Abiyán, capital económica de Costa de marfil.
La directora gerente del FMI hizo esos comentarios en un discurso como antesala de la próxima reunión anual del Fondo con el Grupo Banco Mundial (GBM), que empezará el próximo lunes en Marraquech (Marruecos).
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«El ritmo actual de crecimiento global continúa siendo bastante débil, muy por debajo del promedio del 3,8% de las dos décadas anteriores a la pandemia», afirmó Georgieva, al subrayar que, «de cara al medio plazo, las perspectivas de crecimiento se han debilitado todavía más».
La jefa del FMI también señaló que ese crecimiento económico no sucede al mismo ritmo en todos los países, con naciones como EE.UU, India y otras economías emergentes a la cabeza, mientras que la mayoría de las economías avanzadas están «desacelerándose» y la actividad económica de China permanece «por debajo de las expectativas».
«La fragmentación económica amenaza con socavar aún más las perspectivas de crecimiento, especialmente para las economías emergentes y en desarrollo, incluidas las de África«, dijo.
EE.UU., precisó, «es la única economía importante donde la producción ha vuelto a un nivel anterior a la pandemia. El resto del mundo todavía está por debajo de esta tendencia. Y los países de ingresos bajos son los más afectados».
«¿Por qué? -se preguntó-. Porque han tenido una capacidad extremadamente limitada para amortiguar sus economías y apoyar a los más vulnerables».
Así, la economista búlgara anunció que, según los cálculos del FMI, las pérdidas mundiales de producción desde 2020 van a ascender este año a los 3,7 billones de dólares.
Para mejorar este escenario, el organismo multilateral recomendará a partir de la reunión de Marrakech a los gobiernos de todo el mundo reforzar la estabilidad económica y financiera, construir instituciones estatales sólidas, reformas que sienten las bases de un crecimiento inclusivo y sostenible, e impulsar la cooperación internacional.
El FMI pretende luchar de esa manera contra la desigualdad tanto dentro como entre los países, una idea que repitió la jefa del Fondo a lo largo de su discurso.
«Las desigualdades internas y entre los países ha aumentado, nos enfrentamos a una crisis climática existencial, y el crecimiento ha seguido una trayectoria decreciente durante la última década. Esto exige acciones», insistió Georgieva.
«Con las políticas adecuadas podemos construir un puente hacia un futuro más próspero y pacífico. Podemos sentar las bases para un medio siglo aún más impresionante que el anterior«, zanjó.
La reunión del FMI y el GBM en Marraquech es la segunda de este tipo en África desde 1973, cuando ambos organismos se encontraron en Kenia.
El FMI ha destacado el encuentro en Marruecos como un momento importante para analizar cómo las economías mundiales están «curándose» de impactos como la pandemia, la invasión rusa de Ucrania o el encarecimiento del coste de vida.
EFE