Incertidumbre en la economía mundial

José Grasso VecchioJosé Grasso Vecchio.- Cifras correspondientes al segundo trimestre y las proyecciones, en lo relativo al Producto Interno Bruto, como medida de la actividad económica, indican que la economía mundial está en un claro proceso de desaceleración en su ritmo de crecimiento. Esa situación ha motivado que precios importantes de materias primas tales como el petróleo hayan mostrado primero volatilidad y a partir del segundo semestre de 2024, una disminución en sus cotizaciones.

La economía china creció 4,7% en el segundo trimestre de 2024, menor que el 5,3% del trimestre previo y se espera un crecimiento menor en el tercer trimestre en parte debido a la crisis inmobiliaria, las sanciones impuestas por EEUU y en general por una caída de la demanda interna y las sobre capacidades instaladas ahora no utilizadas. Hay que recordar que China es el principal importador de petróleo del mundo y de otros bienes como el cobre, aluminio y de varios alimentos. De manera tal que un menor crecimiento en China claramente va a debilitar los precios de esos productos.

En el caso de Estado Unidos, durante los dos primeros trimestres sucedió lo contrario.  El PIB se expandió 1,4% en el primer trimestre y aceleró su crecimiento a  3% durante el segundo trimestre, sin embargo, las cifras de creación de empleo en julio y agosto de 2024 han encendido las alarmas porque la generación de nuevos puestos de trabajo ha disminuido de manera importante, como señal de que a futuro habrá una debilidad de la demanda. Hay una especie de consenso en EEUU de que ya la inflación está dejando de ser un problema y que la batalla de las autoridades es para que la economía no entre en recesión. Por ello se espera que en su próxima reunión del 18 de septiembre la Reserva Federal disminuya la tasa de interés.

El estancamiento de la Unión Europea ya parece secular. Las grandes economía, Alemania, Francia, Italia, entre otras no crecen como se espera. Así, en el primer trimestre  el PIB de la unión creció 0,3% para luego registrar un aumento de 0,2% durante el segundo trimestre. Ello tiene que ver con la crisis de crecimiento que sufre  Alemania.

En estas condiciones el precio del petróleo y del gas ha venido mostrando bajas  apreciables. El precio del crudo cerró en US$ 69 por barril al 6 de septiembre de 2024, US$20 menos que el precio promedio de septiembre de 2024. Es más, los contratos a futuro de petróleo para octubre están reflejando claramente una tendencia bajista, influida por la menor demanda estimada de petróleo, tanto así que la próxima reunión de la OPEP más Rusia tenía previsto aumentar la producción y al parecer esta decisión va ser aplazada justamente por el menor consumo de bienes derivados del petróleo.

Para Venezuela un mercado petrolero ralentizado se traduce en menores ingresos de divisas y menor flujo de caja para el fisco que podrán ser compensados por un aumento de la producción y de las exportaciones y hacia allá deben dirigirse a mi modo de ver las acciones. Un buen camino a seguir, es profundizar la diversificación de la economía: Es importante que los países dependientes del petróleo diversifiquen su economía, invirtiendo en otros sectores como la agricultura, turismo y en la industria. Invertir en sectores productivos y en infraestructura con un consiguiente fondo de reservas que permita equilibrio ante dificultades.

En el caso Venezolano tenemos un inmenso potencial en la agricultura y turismo entre otros. Existen muchas medidas claves para garantizar  el crecimiento económico y reducir la dependencia del petróleo, como el impulso del comercio internacional y buscar nuevos mercados para diversificar las exportaciones.

 

@josegrasso

 



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