La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) aseguró que el crecimiento de México ha demostrado ser resiliente, sin embargo, apuntó que para aprovechar su potencial de crecimiento se necesitan reformas estructurales.
En un informe publicado el 27 de febrero en la página web de la OCDE, indica que México requiere impulsar la inversión en educación de calidad, continuar los esfuerzos para impulsar la participación laboral femenina y mejorar en general la inclusión del mercado laboral, al tiempo que se impulsa la conectividad digital en todo el país, así como los esfuerzos anticorrupción y la inversión en energías renovables.
Después de crecer un 3,1% en 2023, se proyecta que el crecimiento del PIB se desacelere a un 2,5% este año y a un 2,0% en 2025. La desaceleración de la actividad en Estados Unidos, el principal socio comercial de México, afectará el dinamismo de las exportaciones, pero la demanda interna sustentará el crecimiento. y se espera que la inflación siga disminuyendo.
La inflación general ha disminuido gradualmente desde su máximo del 8,7% en agosto de 2022 al 5,5% en 2023 y se espera que siga disminuyendo hasta el 4,1% este año y el 3,2% en 2025. La inflación subyacente también está cayendo, pero sigue siendo más persistente, especialmente en servicios.
«La política fiscal de México tiene un sólido historial de cumplimiento de objetivos fiscales y mantenimiento de la deuda pública baja. Sin embargo, con un 16,7% del PIB, México tiene la relación impuestos/PIB más baja de la OCDE», se lee en el documento.
Afirma que existe la oportunidad de aumentar los ingresos tributarios sin dejar de ser competitivo a nivel internacional, apoyando la continuidad de la prudencia fiscal y al mismo tiempo aumentando el gasto público en áreas que mejoran la productividad como la educación, la infraestructura, las transiciones digital y verde y la lucha contra la corrupción y el crimen.