La Unión Europea (UE) dio el visto bueno a las nuevas reglas de disciplina fiscal, que obligan a los gobiernos a reducir sus ratios de deuda y déficit públicos.
Además, dejan más margen para fijar el ritmo del ajuste y para invertir en la transición verde, digitalización o defensa, de acuerdo con una nota publicada en el portal web de la UE.
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«La nueva legislación mejorará significativamente el marco existente y proporcionará normas efectivas y aplicables para todos los países de la UE. Salvaguardarán las finanzas públicas equilibradas y sostenibles y aumentarán la atención prestada a las reformas estructurales y a las inversiones para estimular el crecimiento y la creación de empleo en toda la UE», declaró Vincent Van Peteghem, viceprimer ministro y ministro de Finanzas de Bélgica.
Según las nuevas reglas, se pedirá a todos los estados miembros que preparen un plan estructural fiscal nacional a mediano plazo que abarque entre cuatro y cinco años, dependiendo de la duración de la legislatura nacional.
En sus planes, los Estados miembros se comprometen a seguir una trayectoria plurianual de gasto público neto y explican cómo realizarán inversiones y reformas que respondan a los principales desafíos identificados en el contexto del Semestre Europeo, en particular en las recomendaciones específicas por país.