Para 2050, una de cada tres personas tendrá más de 60 años. De acuerdo con un nuevo informe del Banco Mundial (BM), si los países en desarrollo adoptaran medidas audaces para promover una longevidad saludable, podrían salvar 150 millones de vidas y prolongar la vida de millones de personas más.
El ahorro en los costos de atención médica, los estilos de vida más saludables, el aumento de la productividad de la fuerza laboral y la reducción del gasto público en servicios sociales también generarían un enorme valor económico.
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En el informe, titulado «Unlocking the Power of Healthy Longevity: Demographic Change, Non-communicable Diseases and Human Capital» (Liberar el poder de la longevidad saludable: Cambio demográfico, enfermedades no transmisibles y capital humano), se presentan estrategias para ayudar a los Gobiernos a mejorar la salud, reducir la pobreza, abordar la desigualdad de género y aumentar la productividad en los países de ingreso bajo y mediano, publicó en su portal web el BM.
«La longevidad saludable significa que la persona se encuentra en buenas condiciones desde el punto de vista físico, cognitivo y social durante toda su vida».
Destaca que las enfermedades no transmisibles (ENT) —como la diabetes, las enfermedades respiratorias, las afecciones cardíacas y los distintos tipos de cáncer— ya representan más del 70 % de todas las muertes y una proporción significativa de las enfermedades y discapacidades en los países de ingreso bajo y mediano. Estas se interrelacionan con el estrés climático y la vulnerabilidad a las pandemias.
«Las personas más pobres y vulnerables son las más susceptibles a las ENT, debido a las tasas más altas de tabaquismo, consumo de alcohol y obesidad, y a la menor calidad de la atención médica que reciben, y tienen menos capacidad para pagar tratamientos y hacer frente a la pérdida de ingresos».
La titular de la vicepresidencia de Personas del Banco Mundial, Mamta Murthi, afirmó que las enfermedades no transmisibles mantienen a las personas atrapadas en la pobreza, afectando las oportunidades y la calidad de vida de las generaciones actuales y futuras.
“Para abordar la carga de morbilidad y promover una longevidad saludable, estamos alentando a los países a buscar enfoques que vayan más allá de la atención médica y que incluyan la nutrición infantil, la educación y la protección financiera para los más pobres. Actuando ahora podemos contribuir a un futuro más saludable, equitativo y productivo”.
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