El Banco Central de Colombia recortó el viernes 28 de junio su tasa de interés de referencia en medio punto porcentual, hasta el 11,25%, en una decisión dividida, lo que desafía la presión del Gobierno para acelerar el ritmo de flexibilización monetaria con el fin de reactivar el crecimiento económico.
Cuatro de los siete miembros del consejo respaldaron la decisión, mientras que dos abogaron por un mayor recorte, de tres cuartos de punto porcentual, según declaró a la prensa el gerente general del banco, Leonardo Villar, tras la reunión. Un miembro se ausentó por “razones justificadas”, dijo el banco.
Los 28 analistas encuestados por Bloomberg previeron correctamente la medida.
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“Con la decisión adoptada el día de hoy la política monetaria mantiene una postura acorde con el objetivo de conducir la inflación a su meta a mediados de 2025, al tiempo que ofrece un nuevo impulso a la recuperación del crecimiento económico”, dijo el banco en su comunicado.
El presidente Gustavo Petro, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, y algunos de los grupos bancarios privados más grandes del país, como Grupo Aval S.A. y Bancolombia S.A., han instado al banco central a acelerar la flexibilización monetaria para apuntalar la débil economía, publicó Bloomberg.
Sin embargo, hasta ahora el banco central ha ignorado la presión externa, argumentando que su enfoque cauteloso es necesario para garantizar que la inflación se desacelere hasta su rango objetivo del 3% más o menos un punto porcentual para el próximo año.
Colombia todavía tiene la tasa de interés de referencia más alta entre las principales economías de América con objetivos de inflación, incluso después de recortarla en dos puntos porcentuales desde diciembre. México, Brasil y Perú mantuvieron sus tasas de interés sin cambios este mes, ante un aumento de las presiones inflacionarias.
El mes pasado, la inflación anual de Colombia dejó de desacelerarse por primera vez en más de un año y permaneció estancada en el 7,16%. La lucha contra la inflación del banco también se está complicando por un déficit fiscal mayor de lo previsto y un peso más débil. La moneda se ha depreciado un 6,8% este mes, la mayor caída en los mercados emergentes.
Con información de Bloomberg.
