El Banco Central Europeo (BCE) no puede comprometerse a un número preestablecido de recortes de los tipos de interés, ni siquiera cuando empiece a reducir los costes de endeudamiento, ya que ello dependerá de los datos que vayan llegando, dijo el miércoles la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
Muchos dirigentes del BCE se han mostrado partidarios de una primera reducción de los costes de financiación —actualmente en máximos históricos—, muy probablemente en junio, y el debate se centra ahora en cuántos recortes más se producirían a continuación.
Sin embargo, Lagarde pareció intentar contener estas especulaciones el miércoles, aunque reconoció que los datos sobre salarios e inflación habían sido alentadores.
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«Nuestras decisiones tendrán que seguir dependiendo de los datos y reunión por reunión, respondiendo a la nueva información que vaya llegando», dijo Lagarde.
«Esto implica que, incluso después de la primera bajada de tipos, no podemos comprometernos de antemano con una senda de tipos concreta», dijo en una conferencia en Fráncfort.
En la misma línea que Lagarde, el economista jefe del BCE, Philip Lane, afirmó que él y sus colegas estarán «calibrando durante mucho tiempo el equilibrio entre el nivel de restricción que necesitamos y el ritmo de progreso que vemos en la inflación subyacente y los salarios».
¿Caída de inflación podría ser más duradera?
La inflación en la zona euro ha caído desde un aumento porcentual de dos dígitos en otoño de 2022 hasta el 2,6% el mes pasado.
Y Lagarde dio a entender que esta caída probablemente sería «más duradera y menos dependiente de las hipótesis sobre los precios de las materias primas» que en el pasado, debido a la caída prevista de la inflación subyacente, que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía.
Sin embargo, detalló las condiciones necesarias para que el BCE empiece a recortar los tipos: ralentización del crecimiento salarial, caída continuada de la inflación y nuevas proyecciones internas que confirmen que el crecimiento de los precios está volviendo a su objetivo del 2%.
«Si estos datos revelan un grado suficiente de alineación entre la senda de la inflación subyacente y nuestras proyecciones, y suponiendo que la transmisión (de la política monetaria) siga siendo fuerte, podremos pasar a la fase de reducción de nuestro ciclo de política monetaria y hacerla menos restrictiva», dijo Lagarde.
El BCE celebrará reuniones los días 11 de abril, 6 de junio, 18 de julio, 12 de septiembre, 17 de octubre y 12 de diciembre.
Algunos gobernadores del BCE, como el letón Martins Kazaks y el neerlandés Klaas Knot, han destacado la ventaja de moverse cuando se publican las nuevas previsiones, es decir, en junio, septiembre y diciembre.
Por el contrario, el gobernador del banco central griego, Yannis Stournaras, dijo que dos recortes antes del receso de verano del BCE en agosto parecían razonables, seguidos de otros dos a finales de año.
Frederik Ducrozet, responsable de análisis macroeconómico de Pictet Wealth Management, dijo que los comentarios de Lagarde del miércoles constituirían la base para alcanzar un consenso entre los dirigentes monetarios.
«Esperamos que el BCE recorte los tipos en junio, haga una pausa en julio (aunque aquellos a favor de los estímulos monetarios podrían presionar más) y reanude los recortes en cada reunión a partir de septiembre», dijo en la red social X.
Con información de Reuters.