La guerra comercial desatada por el presidente estadounidense, Donald Trump, podría contribuir a la apertura de nuevos mercados para los países del Mercosur, cuyos miembros coinciden en que salieron bien librados, ya que se les impuso el arancel más bajo posible (10%).
Los países del bloque suramericano podrían beneficiarse especialmente del hueco que podrían dejar en el mercado chino los productos agrícolas de Estados Unidos, que ahora enfrentarán altos aranceles para acceder a ese país.
Estados Unidos exportó 24.650 millones de dólares a China en productos agrícolas en 2024; la mitad de esa cifra corresponde a soja, y el resto a alimentos como carnes, maíz, sorgo, trigo, todos ellos también exportados por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
«La guerra comercial va a acelerar los acuerdos comerciales en todo el mundo. Los países que tenían alguna dificultad o que no estaban interesados en este tipo de acuerdos ahora sí van a movilizarse», afirmó a EFE la economista Silvia Matos, analista de la Fundación Getúlio Vargas (FGV).
El Gobierno brasileño también espera que la actual coyuntura permita avances en las negociaciones del Mercosur con otros países y bloques, como Canadá, México y los países asiáticos de la Asean.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, propuso negociaciones con Japón y Vietnam en el viaje que hizo en marzo a ambos países.
Un impulso para el acuerdo con la UE
Otro de los efectos de la guerra comercial podría ser un impulso para superar la resistencia de la Unión Europea, especialmente la de Francia, a la implementación del acuerdo con el Mercosur.
«Los temores de algunos países de que pueden sufrir pérdidas por el potencial de los productos agropecuarios brasileños son menores a los provocados por los aranceles que les impuso Trump», dijo a EFE el economista Gilberto Braga, del Instituto Brasileño de Mercados de Capitales (Ibmec).
Matos considera que el acuerdo gana aún más interés para la UE, ya que puede sustituir el actual papel de Estados Unidos como proveedor de bienes de capital, principalmente máquinas y equipos, con destino al Mercosur.
Las autoridades de ambos lados del Atlántico admiten la posibilidad de que el acuerdo UE-Mercosur finalmente vea luz.
«Datos que la semana pasada no estaban, hoy sí están. Por ejemplo, Francia hoy tiene una actitud bastante más proclive a trabajar, por lo que leí, en la asociación Mercosur-Unión Europea. Eso capaz que hace un mes era una utopía», afirmó el presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, en una rueda de prensa.
Con información de EFE.