La pandemia de COVID-19 dejó una huella profunda en el ámbito laboral. Las prioridades de los empleados cambiaron, y el bienestar emocional ganó un lugar preponderante en las demandas de los trabajadores.
Así lo indica un estudio realizado por el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (Idea) en conjunto con el Instituto de Neurología Cognitiva y Puntual (esta última una organización que asesora a empresas en materia de rendimiento laboral y bienestar psicoemocional) que analizó la percepción de más de 600 personas sobre su salud mental en el espacio laboral post pandemia.
Este estudio revela cifras impactantes que reflejan cómo el contexto actual obliga a las empresas a adaptarse a las nuevas expectativas de sus empleados.
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La salud mental, un eje prioritario para los empleados
El informe muestra que el 82% de los trabajadores valora mucho más su salud emocional y mental después de la pandemia, un cambio que destaca la necesidad de espacios laborales que promuevan el bienestar, publicó Forbes Argentina.
Esta nueva «preocupación» hacia la salud mental se refleja también en otras cifras reveladoras: el 80% de los encuestados prioriza el equilibrio entre vida personal y laboral, y el 75% considera fundamental la calidad de los vínculos interpersonales en el trabajo.
Luciana Paoletti, gerente de Contenidos y Comunicaciones de Idea, enfatizó la importancia de estos resultados. «Nuestro objetivo es generar información valiosa sobre la salud emocional y mental en el mundo laboral, un tema que pasó a ser clave dentro de la agenda empresarial», expresó. La valoración del bienestar psicológico en el trabajo sugiere que los empleados buscan entornos que no solo ofrezcan seguridad económica, sino que también contribuyan a su equilibrio emocional.
Flexibilidad horaria y trabajo remoto, dos grandes demandas
La flexibilidad horaria es otro de los aspectos que los empleados consideran clave en su bienestar emocional. Según el informe, el 89% de los encuestados indica que, tras la pandemia, valora mucho más la posibilidad de adaptar sus horarios a sus necesidades personales. Esto resulta especialmente relevante en un contexto en el que muchas personas han experimentado el estrés y la ansiedad de cumplir con rígidas jornadas laborales.
Asimismo, el trabajo remoto se convirtió en una preferencia importante, con un 82% de los encuestados que reconoce la relevancia de poder trabajar desde casa. Esta posibilidad, que se volvió común durante la pandemia, no solo contribuye a reducir el estrés, sino que también permite a los empleados tener un mayor control sobre su entorno y sus rutinas.
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