El Banco Popular de China (BPC, banco central) anunció este lunes que rebajará su tasa de referencia para préstamos en diez puntos básicos, del 3,55% al 3,45%, acometiendo así la segunda reducción de este año ante las preocupaciones por una recuperación económica menos lustrosa de lo esperado.
La tasa referencial para créditos (LPR, siglas en inglés) a un año había registrado su última variación el pasado mes de junio, cuando el banco central la recortó desde el 3,65%.
Este indicador, establecido como referencia para las tasas de interés en 2019, sirve para fijar el precio de los nuevos créditos -generalmente, para empresas- y de los de interés variable que están pendientes de devolución.
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Su cálculo se lleva a cabo a partir de las contribuciones a los precios de una serie de bancos -incluyendo pequeños prestamistas que tienden a tener mayores costes de financiación y mayor exposición a créditos morosos-, y tiene por objetivo rebajar los costes del endeudamiento y apoyar a la «economía real».
Sin embargo, la LPR a cinco años o más -de referencia para préstamos hipotecarios- no registró cambios al permanecer en el 4,2%.
La decisión hoy anunciada es menos agresiva de lo esperado por los analistas, que anticipaban una bajada de 15 puntos básicos tanto para la LPR a un año como para la LPR a cinco años.
Julian Evans-Pritchard y Zichun Huang, de Capital Economics, calificaron de «decepcionante» el movimiento del banco central, ya que esperaban una reducción más drástica tras el mayor recorte -15 puntos básicos- desde abril de 2020 a los servicios de préstamos a medio plazo (MLF), la principal herramienta del BPC para financiar a los bancos y habitualmente guía para las LPR.
«El decepcionante anuncio de las LPR refuerza nuestro punto de vista de que el BPC probablemente no adoptará los recortes de tasas mucho mayores que se necesitarían para revivir la demanda de crédito», explicaron los expertos, que agregaron que las esperanzas de un repunte basado en estímulos dependen ahora de la posibilidad de un mayor apoyo fiscal.
«Esto sugiere que el BPC está intentando equilibrar su deseo de impulsar la actividad económica y las preocupaciones de los bancos, que están sufriendo por la reducción de los márgenes de interés y su menor capacidad de generar beneficios», apuntaron Evans-Pritchard y Huang, que esperan otros 20 puntos básicos de bajadas de tasas a lo largo de lo que queda de 2023.
Tras un prometedor inicio de año, la recuperación pospandémica de la economía china da síntomas de haberse frenado, creciendo menos de lo esperado en el segundo trimestre (+6,3% interanual).
La baja demanda nacional e internacional, riesgos de deflación y estímulos insuficientes, junto con una crisis inmobiliaria que no ha tocado fondo y una falta de confianza en el seno del sector privado son las principales causas que esgrimen los analistas para explicar los problemas de la segunda mayor economía mundial.
EFE