El nivel de los embalses disminuyó. Según datos de XM, el primero de enero de 2024 se presentó un volumen útil diario de 70,06%; en abril se presentaron niveles menores al 30% y fue en esa fecha que la Alcaldía de Bogotá comenzó a implementar las medidas de racionamiento para disminuir la velocidad de consumo del recurso hídrico.
Al tener un sistema altamente dependiente de fuentes hidráulicas, las sequías y la disminución de los embalses no solo afectan la capacidad de abastecimiento del recurso hídrico, sino también de la energía. Es por ello que sin el incremento del nivel de los embalses y la falta de energía térmica habría una afectación en la seguridad energética, publicó La República.
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“Si no suben los niveles de las hidroeléctricas a 65% a finales de 2024, se van a necesitar termoeléctricas que generen como mínimo 40% de la energía del país, y para eso, se necesita tener gas para 90% de esas termoeléctricas”, afirmó el presidente de Grupo Energía Bogotá, GEB, Juan Ricardo Ortega.
“Pero ya perdimos la soberanía energética, ahora el gran reto es la seguridad en esta materia. El inconveniente es que se necesita un mayor desarrollo de la infraestructura gasífera y se requieren varias regulaciones para que los recursos que importemos los podamos utilizar”, mencionó luego.
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