Gobierno de Biden pide al Congreso de EE.UU. US$ 106.000 millones para Ucrania e Israel

Dolares 04
Foto: Pixabay

Dos de los principales asesores del presidente Joe Biden intentarán convencer este martes a los parlamentarios estadounidenses de que lo mejor para el país es proporcionar miles de millones de dólares más a Ucrania e Israel a pesar de los enormes déficits presupuestarios y las divisiones sobre la estrategia de su Administración respecto a ambos países.

El secretario de Estado, Antony Blinken, y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, testificarán ante la Comisión de Asignaciones del Senado sobre la petición de Biden de entregar 106.000 millones de dólares para financiar ambiciosos planes para Ucrania, Israel y la seguridad fronteriza de Estados Unidos.

Biden argumenta que el apoyo a los socios de Estados Unidos es vital para la seguridad nacional para solicitar 61.400 millones de dólares para Ucrania, aproximadamente la mitad de los cuales se gastarían en Estados Unidos, con el fin de reponer las reservas de armamento agotadas por anteriores ayudas a Kiev.

También puede leer:

Bank of America: la inflación es la principal preocupación de las pequeñas empresas en EE.UU.

Biden también pidió 14.300 millones de dólares para Israel, 9.000 millones para ayuda humanitaria —incluida la destinada a Israel y Gaza—, 13.600 millones para la seguridad de las fronteras estadounidenses, 4.000 millones en ayuda militar y financiación gubernamental para contrarrestar los esfuerzos regionales de China en Asia.

El Congreso ya ha aprobado 113.000 millones de dólares para Ucrania desde que Rusia la invadió en febrero de 2022, pero la petición de Biden de 24.000 millones de dólares más en agosto nunca salió adelante. La Casa Blanca ha dicho que cuenta con menos de 5.500 millones de dólares en fondos para seguir transfiriendo armas de los arsenales estadounidenses a las fuerzas ucranianas que luchan contra Rusia.

Republicanos divididos

El camino a seguir para el nuevo plan de financiación de Biden parece incierto. Los demócratas —y muchos republicanos— del Senado, de mayoría demócrata, respaldan la estrategia de Biden de combinar la ayuda a Ucrania con el apoyo a Israel.

«Este es el momento de actuar con rapidez y decisión para evitar más pérdidas de vidas humanas e imponer consecuencias reales a los tiranos que han aterrorizado al pueblo de Ucrania y de Israel«, declaró el lunes el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, en la Universidad de Louisville.

Sin embargo, los republicanos que lideran la Cámara de Representantes se oponen a combinar ambas cuestiones, a los que se une un número menor de miembros del partido en el Senado. Las encuestas de opinión muestran que el apoyo público a la ayuda a Ucrania está disminuyendo y muchos republicanos, en particular los más alineados con el expresidente Donald Trump, se han mostrado en contra.

Con un gasto federal alimentado por una deuda de 31,4 billones de dólares, se preguntan si Washington debería financiar la guerra de Ucrania con Rusia, en lugar de respaldar a Israel o impulsar los esfuerzos para hacer frente a una China en ascenso.

El recién elegido presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, ha votado en el pasado en contra de la ayuda a Kiev. El lunes, presentó un proyecto de ley para proporcionar 14.300 millones de dólares en ayuda a Israel mediante el recorte de fondos para la agencia tributaria, lo que supondrá un enfrentamiento con los demócratas del Senado.

Johnson se convirtió en presidente tras tres semanas de estancamiento en la Cámara de Representantes, después de que el anterior presidente, Kevin McCarthy, fuera destituido, en parte porque trabajó con los demócratas para aprobar un proyecto de ley de financiación del Estado.

El apoyo de Biden a Israel, que ya recibe 3.800 millones de dólares anuales en ayuda militar estadounidense, ha suscitado críticas en un contexto de llamamientos internacionales para que se proteja a los civiles de Gaza.

Las autoridades palestinas afirman que el «asedio total» de Gaza por parte de Israel desde dicha matanza ha causado la muerte de más de 8.300 personas, más de 3.400 de ellas menores, y ha provocado una acuciante necesidad de combustible, alimentos y agua potable.

Israel lanzó esta semana una ofensiva terrestre en la Franja de Gaza para contraatacar a los militantes islamistas de Hamás que mataron a 1.400 personas y tomaron al menos 240 rehenes en un ataque perpetrado el 7 de octubre.

Reuters