La producción industrial española se contrajo en julio un 1,8% con respecto al mismo mes de 2022, un descenso tres décimas mayor al anotado en junio (1,5%) que continúa lastrado por la caída del sector energético.
El índice de producción industrial (IPI) publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) acumula así cuatro meses consecutivos sin avances -tras la caída de abril (4,2%) y la estabilidad de mayo ha registrado los descensos en junio y julio-.
La caída de julio se debe principalmente a la contracción del sector energético, que cede un 10,9%, aunque también a los descensos experimentados por los bienes de consumo duradero (7,4%) y los bienes intermedios (2,3%).
También puede leer:
Repsol compra la compañía estadounidense de renovables ConnectGen por US$ 768 millones
Por el contrario, la producción de bienes de equipo creció un 6% y la de bienes de consumo no duradero, un 0,7%.
Por áreas de actividad, el sector que mayor influencia tuvo en el descenso del IPI en julio fue el suministro de energía eléctrica y gas, que cedió un 12,7%, aunque destacan también los importantes descensos registrados por la confección de prendas de vestir (del 36,9%) y de la industria del cuero y el calzado (14%).
En sentido contrario, el sector que más impulsó al alza el indicador fue la fabricación de vehículos de motor, que experimentó una expansión del 23%, la segunda actividad que más creció solo por detrás de otras industrias extractivas (31,4%).
Una vez corregidos los datos de los efectos estacionales y de calendario, la caída de la producción industrial en julio se mantiene en el 1,8%, un descenso 1,4 puntos inferior al de junio (3,2%).
En términos mensuales, la producción industrial en España creció un 0,2% en julio con respecto a junio, un mes en que había bajado un 1%, gracias al impulso de los bienes intermedios y los bienes de equipo.
EFE