El Banco Central de Chile ajustó este miércoles sus previsiones de crecimiento para 2023 respecto a las últimas proyecciones de junio, con una disminución del producto interno bruto (PIB) desde -0,5% / 0,25 % a un -0,5% / 0%, según el último Informe de Política Monetaria (IPOM).
De acuerdo al ente emisor, «la inflación total continuará disminuyendo», proyectando un cierre este año en un 4,3 % anual (0,1 puntos más que lo estipulado en junio).
Durante la tarde del martes, el organismo rebajó en 75 puntos básicos la tasa de interés referencial hasta 9,5%, la segunda bajada desde el pasado octubre, cuando la elevó a su mayor nivel desde 2001.
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La decisión se tomó con base en a la «la magnitud y temporalidad del proceso de reducción de la Tasa Política Monetaria tomará en cuenta la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria de la inflación».
El Banco Central chileno también indicó que la inflación de servicios ha tenido una baja más lenta. Respecto de las expectativas de inflación a dos años plazo, tanto la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) como la Encuesta de Operadores Financieros (EOF) se encuentran en 3%.
La economía chilena se recuperó más rápido de lo esperado tras la pandemia, con un aumento histórico de 11,7% en 2021, pero en 2022 se comenzó a ralentizar y cerró con un crecimiento del 2,4%.
Las ayudas económicas entregadas por el Gobierno para paliar el impacto de la crisis, así como los retiros anticipados de los fondos de pensiones, impulsaron considerablemente el consumo y la inflación, a lo que se suman los efectos de la guerra en Ucrania.
Para este año, el Banco Central chileno estima que el PIB variará entre un -0,5 y un 0% y que la meta del 3% se puede alcanzar a finales de 2024.
EFE