El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reafirmó este martes ante el Congreso su enfoque prudente sobre la política monetaria de Estados Unidos, en un entorno de señales económicas mixtas y crecientes tensiones con la Casa Blanca.
Entre los indicadores que respaldan su cautela, Powell destacó la solidez del mercado laboral, con una tasa de desempleo que se ubicó en 4,2% en mayo. A esto se suman datos que, si bien moderados, reflejan fragilidad: la inflación interanual alcanzó 2,4% en mayo, apenas una décima por encima del mes anterior, y el PIB del primer trimestre se contrajo 0,2% a ritmo anualizado, una revisión a la baja respecto al cálculo previo.
“Los cambios de política monetaria siguen evolucionando y sus efectos en la economía siguen siendo inciertos. Los efectos de los aranceles dependerán, entre otras cosas, de su nivel final”, expresó Powell durante su comparecencia.
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El titular de la Fed hizo referencia directa a los aranceles recíprocos impulsados por el presidente Donald Trump contra socios comerciales clave —una medida que permanece en pausa hasta el 9 de julio—, y advirtió que podrían “impulsar los precios al alza y lastimar la actividad económica”.
A pesar del tono técnico de Powell, el presidente Trump volvió a arremeter públicamente esta mañana desde su red Truth Social. En un mensaje directo, acusó al “Tardón” Powell de negarse a bajar las tasas de interés y lo desafió a explicar ante el Congreso “por qué insiste en mantener la economía sofocada”.