OCDE advierte que es necesario renovar los marcos anticorrupción

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Según un nuevo informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los marcos anticorrupción y de integridad están mejorando, pero es necesario redoblar los esfuerzos para reforzarlos a escala mundial dando prioridad a su aplicación, mejorando la recopilación de datos y teniendo en cuenta los riesgos emergentes.

El documento Perspectivas de la integridad y la lucha contra la corrupción describe los resultados actuales de las políticas y prácticas anticorrupción y de integridad de los países e identifica las vías de mejora.

Basándose en los nuevos datos de los indicadores de integridad Pública de la OCDE, el informe también arroja luz sobre cómo los nuevos retos mundiales están afectando a los esfuerzos de lucha contra la corrupción y la integridad.

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«El fortalecimiento de la integridad y la lucha contra la corrupción son esenciales para salvaguardar la confianza de los ciudadanos en la gobernanza democrática, hacer que las economías sean más productivas al proporcionar un entorno empresarial propicio para la innovación, la competencia y la inversión, y garantizar que los recursos del sector público se asignen eficazmente en un momento de importantes presiones fiscales», se lee en una nota publicada en el portal web de la OCDE.

Apunta que los países de la OCDE han reforzado sus marcos anticorrupción y de integridad, con normativas cada vez más completas y sofisticadas. Sin embargo, indica que las naciones también deben mejorar su capacidad para supervisar la eficacia de las políticas y los procesos a la hora de mitigar los riesgos de corrupción y mantener la integridad.

Mathias Cormann, secretario general de la OCDE, afirmó que ningún país es inmune al riesgo de corrupción y a las consiguientes repercusiones negativas.

«Los marcos anticorrupción y de integridad de los países de la OCDE son cada vez más completos y sofisticados, pero sigue habiendo una gran brecha en la implementación y en los datos», resaltó.

Para Cormann fortalecer la implementación y ampliar el alcance de los marcos de integridad es cada vez más importante a medida que los gobiernos se enfrentan a riesgos adicionales de corrupción «derivados de la transición verde y la carrera por asegurar minerales críticos, el auge de la Inteligencia Artificial y la creciente interferencia extranjera».

Desde 2020, países de la OCDE han desarrollado una estrategia anticorrupción o de integridad por primera vez, como Costa Rica, Finlandia, Francia, Suiza y Estados Unidos, y el 71% de las naciones que integran la OCDE tienen ahora una estrategia en marcha.

A pesar de ello, sólo el 40% controla si se llevan a cabo las actividades previstas, y el 76% de los países no hace un seguimiento de los puestos que ocupan los altos cargos al dejar la función pública, lo que puede exponerlos a conflictos de intereses.

Del mismo modo, destacó la organización, faltan datos sobre la aplicación de las recomendaciones de los auditores internos.