Las coberturas dolarizadas que exigen ciertas cuentas empresariales y de inversores privados por el cierre contable anual obligaba nuevamente el viernes al banco central de Argentina (BCRA) a intervenir en la ronda cambiaria con el objetivo de mantener controlada la devaluación mensual del peso.
La autoridad monetaria viene de vender el jueves 599 millones de dólares por regulación en el mercado mayorista, el desprendimiento más grande en un día desde que el Gobierno libertario de Javier Milei asumiera el 10 de diciembre del 2023.
Parte de las compras fueron de firmas automotrices que esperaban la eliminación del llamado «Impuesto PAÍS», efectiva desde esta semana, una decisión presidencial que busca reordenar las finanzas y levantar en el corto plazo las restricciones cambiarias vigentes, conocidas como «cepo».
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Mediante la intervención directa del BCRA, que pregona un crawling peg (devaluación controlada) del 2% mensual, el peso interbancario cedía apenas un 0,05% a 1.029,5 por dólar.
El BCRA buscará el próximo año un tipo de cambio más flexible y facilitará la competencia de monedas, dijo oficialmente la entidad en su proyección de política monetaria, con una corrección mensual de la moneda más acotada acorde a la reducción en los niveles inflacionarios.
Alentadores indicadores sobre la economía argentina, como el equilibrio fiscal y un deseado nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), sustentan a los mercados de activos a niveles récord y ayudan a la caída del riesgo país.
El índice bursátil S&P Merval de la bolsa porteña subía un 0,7% en la apertura de negocios liderado por las acciones energéticas y financieras, para encabezar la mejora anual con un 182%.
Con información de Reuters.