Cuando pensamos en la riqueza de un país, solemos imaginar grandes potencias con vastos territorios, poblaciones numerosas y economías industriales colosales. Sin embargo, la realidad de la económica global no es siempre lo que parece. Según el último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), el país más rico del mundo en 2025 no es una superpotencia tradicional, sino una pequeña nación europea.
Para calcular el nivel de riqueza de un país, el FMI utiliza el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, que es una medida que divide el total de bienes y servicios producidos en un país entre su número de habitantes y que, cuando se ajusta por paridad de poder adquisitivo (PPA), se obtiene una visión más precisa del nivel de vida, ya que considera el costo de vida y las diferencias de precios entre países, por lo que es esencial para comparar la prosperidad económica entre naciones.
A continuación, el ranking de los 20 países con mayor PIB per cápita ajustado por PPA en 2025, según el FMI:
Luxemburgo: 154.915 dólares
Singapur: 153.610 dólares
Macao: 140.250 dólares
Irlanda: 131.550 dólares
Qatar: 118.760 dólares
Noruega: 106.540 dólares
Suiza: 98.140 dólares
Brunéi: 95.040 dólares
Guyana: 91.380 dólares
Estados Unidos: 89.680 dólares
Dinamarca: 85.790 dólares
Países Bajos: 83.820 dólares
Taiwán: 82.610 dólares
San Marino: 82.580 dólares
Emiratos Árabes: 82.000 dólares
Islandia: 80.320 dólares
Hong Kong: 78.720 dólares
Malta: 75.820 dólares
Bélgica: 75.190 dólares
Austria: 74.980 dólares
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Este ranking refleja la diversidad de modelos económicos exitosos, resalta la publicación, mientras que Luxemburgo y Suiza destacan por sus sectores financieros, Singapur y Macao lo hacen por su comercio y turismo, respectivamente. Por su parte, Irlanda ha atraído a gigantes tecnológicos gracias a su política fiscal y Qatar y Brunéi se benefician de sus recursos energéticos.
Por último, cabe destacar que aunque el PIB per cápita es un indicador útil para comparar economías, no refleja la distribución de la riqueza dentro de un país. Por ejemplo, Luxemburgo, a pesar de su alto PIB per cápita, se enfrenta a varios desafíos relacionados con la desigualdad y el acceso a la vivienda. Por tanto, es esencial considerar otros factores, como el índice de desarrollo humano, la calidad de vida y la equidad social, para obtener una imagen completa del bienestar en una nación.