Argentina cierra junio con superávit fiscal y consolida meta de “déficit cero”

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Foto: iprofesional.com

El Gobierno argentino registró en junio un superávit primario de 790.533 millones de pesos, equivalente a unos 655 millones de dólares, según informó este miércoles el ministro de Economía, Luis Caputo, a través de su cuenta en la red social X (antes Twitter). La cifra representa un nuevo paso en la estrategia del Ejecutivo de alcanzar equilibrio fiscal bajo la consigna de «déficit cero».

Además del resultado primario —que excluye el pago de intereses de la deuda—, el Sector Público Nacional (SPN) también mostró un superávit financiero de 551.234 millones de pesos, lo que indica que los ingresos totales del Estado superaron tanto los gastos corrientes como los compromisos financieros durante el mes.

Se consolida el ajuste fiscal

En el acumulado del primer semestre de 2025, Argentina registra un superávit primario equivalente a 0,9% del Producto Interno Bruto (PIB) y un superávit financiero del 0,4% del PIB, una señal clave en el camino que el Gobierno del presidente Javier Milei ha adoptado para estabilizar las finanzas públicas tras años de desequilibrios fiscales crónicos.

“Estamos cumpliendo con la meta de déficit cero”, celebró Caputo, uno de los arquitectos del plan económico libertario, que ha priorizado el ajuste del gasto como piedra angular para combatir la inflación, recomponer la confianza y normalizar la economía.

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Contexto: ajuste y consecuencias

El resultado se enmarca en una estrategia agresiva de consolidación fiscal, que incluye recortes en subsidios, obra pública y transferencias a provincias, así como una fuerte contención del gasto en salarios públicos y programas sociales. Si bien estas medidas han permitido mejorar las cuentas públicas, también han generado tensiones sociales y críticas por sus efectos contractivos sobre la actividad económica.

Argentina enfrenta una inflación acumulada superior al 200 % interanual y atraviesa una fuerte recesión, con caída del consumo, baja inversión y señales de deterioro en el empleo. Sin embargo, el Gobierno insiste en que el ordenamiento macroeconómico es una condición indispensable para una recuperación sostenible a mediano plazo.

¿Qué sigue?

Con este resultado, el Gobierno refuerza su credibilidad ante los mercados y ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), con quien mantiene un programa de facilidades extendidas. El cumplimiento de las metas fiscales mejora las posibilidades de obtener futuros desembolsos y de avanzar en una eventual reestructuración de compromisos financieros.

De cara al segundo semestre, el desafío será sostener el superávit sin agravar la recesión y con crecientes demandas sociales y políticas. La promesa de Milei de no emitir dinero para financiar al Tesoro y de mantener disciplina fiscal a ultranza, pone a prueba la capacidad del Gobierno para resistir presiones internas sin desviar el rumbo.

Con información de Reuters