La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció este miércoles que su gobierno trabaja junto al de Canadá para fortalecer la cooperación comercial bilateral frente a la inminente imposición de nuevos aranceles por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, medida que podría entrar en vigor el próximo 1 de agosto.
En su conferencia matutina desde Palacio Nacional, Sheinbaum detalló que sostuvo una conversación telefónica con el primer ministro canadiense, Mark Carney, en la que ambos expresaron su preocupación ante la escalada proteccionista de Washington y reafirmaron la necesidad de respetar plenamente los compromisos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
“Ambos estamos de acuerdo en que es indispensable que se respete el tratado comercial, el TMEC, y compartimos experiencias sobre la carta que recibimos por parte del presidente Trump. Ellos fueron notificados con un 35 % de aranceles, nosotros con un 30 %”, explicó la mandataria.
Coordinación estratégica antes del 1 de agosto
Sheinbaum indicó que los gobiernos de México y Canadá ya están coordinando estrategias diplomáticas y comerciales conjuntas para responder a las amenazas estadounidenses, y que las conversaciones continuarán en las próximas semanas. Aunque Carney tenía previsto visitar México, aún no se ha definido una fecha para ese encuentro bilateral.
Los anuncios ocurren en medio de un clima de creciente incertidumbre comercial, luego de que Trump enviara cartas oficiales a sus principales socios regionales advirtiendo sobre su intención de imponer tarifas arancelarias unilaterales como parte de su política para proteger la industria estadounidense. La medida amenaza con reconfigurar el equilibrio alcanzado bajo el TMEC desde su entrada en vigor en 2020.
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Sector privado en alerta
La mandataria también informó que ha sostenido reuniones con empresarios de peso, incluidos Carlos Slim, presidente honorario de Grupo Carso y América Móvil, y representantes de empresas clave como Bimbo y el sector siderúrgico, para evaluar el impacto potencial de los aranceles sobre las exportaciones mexicanas y coordinar respuestas conjuntas.
“Estamos evaluando escenarios con los sectores productivos más expuestos, y trabajando para defender la competitividad de México en el marco del tratado”, subrayó Sheinbaum.
Un TMEC bajo presión
El TMEC ha sido un pilar fundamental del comercio regional en América del Norte, con miles de millones de dólares en intercambio diario entre los tres países. La posible ruptura o reinterpretación del acuerdo por parte de Estados Unidos podría generar efectos adversos en cadenas de suministro, inversión extranjera y estabilidad macroeconómica en la región.
Tanto México como Canadá han reiterado que cualquier ajuste comercial debe producirse dentro del marco institucional del tratado, a través de sus mecanismos de resolución de controversias y sin medidas unilaterales que distorsionen el libre comercio.
Con la cuenta regresiva hacia el 1 de agosto en marcha, las miradas están puestas en Washington, mientras los socios del norte buscan contener el impacto y preservar la arquitectura comercial construida durante décadas.
Con información de Reuters